Regla
de los 12 puntos (1929)
(Fuente:
© Rodríguez,
P. (2006). Masonería
al descubierto. Barcelona: © Temas
de Hoy, Anexo nº 3, pp.449-450)
Esta Regla ha sido aceptada por la mayor parte de las Grandes Logias
regulares del mundo y su aceptación y cumplimiento son exigidos
para obtener el reconocimiento como obediencia regular por parte
de la Gran Logia Unida de Inglaterra. Los doce puntos son los siguientes:
1. La Francmasonería
es una Fraternidad iniciática, que tiene como fundamento
tradicional la creencia en Dios, el Gran Arquitecto del Universo.
2. La Francmasonería
se basa en los «Antiguos Deberes» y en los «Landmarks»
de la Fraternidad; especialmente en cuanto al absoluto respeto a
las tradiciones específicas de la Orden, esenciales para
la regularidad de la Obediencia.
3. La Francmasonería
es una Orden a la cual no pueden pertenecer más que los hombres
libres y respetables, que se comprometan a poner en práctica
un ideal de Paz, Amor y Fraternidad.
4. La Francmasonería
tiene como objetivo el perfeccionamiento moral de sus miembros,
así como el de la humanidad entera.
5. La Francmasonería
impone a todos sus miembros la práctica exacta y escrupulosa
de los rituales y simbolismos, como modo de acceso al Conocimiento
por las vías espirituales e iniciáticas que le son
propias.
6. La Francmasonería
impone a todos sus miembros el respeto a las opiniones y creencias
de cada uno. Prohíbe en su seno toda discusión o controversia
política o religiosa. Así se constituye en centro
permanente de Unión Fraternal, donde reina una comprensión
tolerante y una fructífera armonía entre los hombres,
los cuales, sin ella, hubieran permanecido extraños los unos
de los otros.
7. Los Francmasones
toman sus obligaciones sobre un Volumen de la Ley Sagrada, con el
fin de dar al juramento o promesa prestados sobre el mismo el carácter
solemne y sagrado indispensable para su perennidad.
8. Los Francmasones
se reúnen, fuera del mundo profano, en Logias donde deben
estar siempre presentes las Tres Grandes Luces de la Orden: un libro
de la ley Sagrada, una Escuadra y un Compás, para trabajar
según el rito, con celo y asiduidad, conforme a los principios
y reglas prescritas por la Constitución, Estatutos y Reglamentos
Generales de la Obediencia.
9. Los Francmasones
no deben admitir en sus Logias más que hombres, de reputación
perfecta, personas de honor, leales y discretos dignos bajo todo
punto de vista de ser hermanos y aptos para reconocer los límites
del dominio del hombre y el infinito poder del Eterno.
10. Los Francmasones
cultivan en sus Logias el amor a la patria, el sometimiento a las
Leyes y el respeto a las Autoridades constituidas, y consideran
el trabajo como el Deber primordial del ser humano y honrarlo en
todas sus formas.
11. Los Francmasones
contribuyen, por el ejemplo activo de su sabio, viril y digno comportamiento,
al esplendor de la Orden, dentro del respeto al secreto masónico.
12. Los francmasones
se deben mutuamente ayuda y protección fraternales, aun en
caso de peligro de su propia vida. Practican el arte de conservar,
en toda circunstancia, la calma y el equilibrio indispensables para
una perfecta maestría de sí mismos.
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