...
algunos datos sobre Manuel Guerra Gómez...
Manuel Guerra
Gómez, junto a César Vidal,
pertenece a la cuadrilla de "expertos" en sectas que patrocina
la Conferencia Episcopal Española. Ambos son predicadores
apocalípticos y faros (o más bien farolas de barriada)
de la "verdad", algo que, claro está, pretenden
tener sólo ellos. Ambos escriben libros pasando por investigadores
eruditos... pero no conozco datos de ninguna investigación
seria que haya hecho ninguno de los dos en el ámbito de las
sectas.
Manuel Guerra Gómez es experto en hacer libros a
base de un batiburrillo de informaciones sacadas de trabajos ajenos
que suele mezclar con inusitada torpeza, pero que le sirven a sus
fines de predicador ultracatólico que usa la crítica
a las sectas --realizada de forma demagógica y nada seria--
para vender la magna y santa superioridad de su
patética visión sectaria del mundo. Y nada habría
que objetar a tal varón si hablase de fe, pero dado que dice
hablar del mundo real, bueno será dejar en evidencia el rigor
de los trabajos de este fulano.
En uno de sus panfletos, publicado por la editorial de la Conferencia
Episcopal Española bajo el pomposo título de "Diccionario
Enciclopédico de Sectas", Guerra escribió un
sin número de tonterías y disparates sobre cuantos
grupos se le pasaron por la sesera... y pudo encontrar algún
dato ajeno sobre ellos con los que poder llenar las páginas
propias. Pero como para ese catolicón todo vale si ratifica
su dogmática y maniquea visión del mundo, no perdió
tiempo en contrastar las informaciones que usó y lo que pudieron
hacer decenas de grupos injustamente tratados en su libro, lo hizo
al menos uno, Vida Sana, que se quejó primero ante Manuel
Guerra del descaro con el que había mentido sobre ellos y
le demandaron después.
En una carta enviada por Manuel Guerra a la Asociación Vida
Sana, éste reconocía lo siguiente:
"En la primera edición de mi Diccionario enciclopédico
de las sectas, B. A. C., Madrid 1998, s. v. VIDA SANA, "Grupo
hermético y esotérico que obliga a sus miembros a
guardar secreto, dueño de ....". Lo escribí apoyado
sobre todo en Testimonio personal: Vida Sana (1), publicado
en "Infosect", marzo 1990, de AIS/Asociación Pro-Juventud
y en Familia y sectas, Instituto de Sociología Aplicada,
Madrid 1994 de Jesús María Vázquez (2). Tras
haber hablado una vez con el Abel González, Fundador de la
Asociación Vida Sana y varias con Montse Arias, Responsable
de comunicación de dicha asociación y sobre todo tras
haber analizado el excelente dossier/informe (3), remitido por Montse
Arias, he llegado a la conclusión de que lo dicho en mi diiccionario
no refleja la realidad. Por ello, la entrada VIDA SANA no figurará
en su segunda edición de inmediata aparición. Lo hago
aunque, a mi juicio, dicha asociación, consciente o inconscientemente,
recoge al menos el clima de New Age o Nueva era (4).
Y, para que conste, expido la presente declaración. Burgos,
3 de febrero de 1999"
(ver
la carta original de Manuel Guerra en documento pdf, 167Kb)
(1) Cualquier
experto en sectas de medio pelo sabe de la escasa o nula credibilidad
que tienen ese tipo de documentos; el citado, además, debía
ser reputado como manifiestamente falso a juzgar por su estructura
discursiva y por los datos aportados, que carecían
de todo sentido y realidad. Quienes lo publicaron sabían
de su falsedad y, además, conocían perfectamente el
diagnóstico psiquiátrico y tratamiento al que estuvo
sometida su autora durante años. Manuel Guerra, en su mejor
estilo, se limitó a apropiarse de ese texto, sin revisar
nada, sin contrastar nada y sin citar fuentes. Y mintió,
claro está, demostrando así el rigor de su
forma de trabajar.
(2) El opúsculo Familia y sectas, escrito desde
una perspectiva más católica que académica,
también usó la misma forma de documentarse
que el ultracatólico Manuel Guerra.
(3) En ese "excelente dossier/informe" figuraba, básicamente,
el amplio estudio y dictamen realizado por el autor de este web
sobre la Asociación Vida Sana, emitido en fecha 3 de diciembre
de 1996.
(4) En su brutal ignorancia y dogmatismo, Guerra insiste en situar
a Vida Sana ("consciente o inconscientemente" ¡qué
burrada!) dentro del movimiento de la New Age, demostrando así
que ni conoce cuándo se conformaron uno y otro, ni tampoco
qué elementos caracterizan a Vida Sana, una asociación
seria y de trabajo riguroso que está años luz alejada
de la superficialidad y usos new age.
A efectos
de esta página destacaremos también lo que la Sentencia
de fecha 7 de septiembre de 2000 del Juzgado de Primera Instancia
nº 50 de Madrid, por el expediente 291/99, declaró
probado, eso es que Manuel Guerra faltó a la verdad
en lo que publicó sobre el grupo Vida Sana y que fue negligente
en su modo de trabajar. La sentencia dice:
Son hechos incontrovertibles, al haber sido reconocidos por
ambas partes litigantes como ciertos, que la Conferencia Episcopal
Española dentro de la denominada Biblioteca de Autores Cristianos,
editó la obra "Diccionario Enciclopédico de las
Sectas", cuyo autor es D. MANUEL GUERRA GOMEZ, en cuya primera
edición se hacia referencia a la asociación demandante
con la voz "Vida Sana".
Por otro lado, resulta de la prueba practicada, concretamente del
documento número 8 adjunto a la demanda, cuya certeza es
reconocida por la parte demandada en su escrito de contestación,
consistente en una carta remitida por el codemandado a la actora,
que el autor del Diccionario Enciclopédico de las
Sectas, reconoció que lo señalado en dicho diccionario
respecto de la asociación demandante no reflejaba la realidad,
lo que motivó que en la segunda edición de
dicho Diccionario se excluyera la referencia a la asociación
actora, exclusión que hace presumir razonablemente
que la parte demandada asumió su error respecto a la inclusión
de la asociación como secta, término que tal y como
el propio codemandado viene a reconocer al contestar a la posición
primera en la prueba de confesión judicial, tiene en lenguaje
común una connotación peyorativa, lo que implica que
deba utilizarse el término con sumo cuidado, maxime cuando
no pueda pretenderse que todos los adquirentes del Diccionario referido
sean tan expertos o entendidos que apliquen dicho término
en sentido técnico, tal y como parece pretender el codemandado
a tenor de lo expuesto al contestar a la posición primera
que se le formula; pero si bien y aun partiendo de la existencia
de una cierta negligencia al efectuar dicha inclusión, ya
que a tenor del peligro que entrañaba, exigía una
gran diligencia en la utilización de las fuentes que se tomaban
en consideración (...)
pero, estando probada la falsedad de la información publicada
de forma negligente por Manuel Guerra, el juzgador también
denegó las pretensiones del grupo difamado, Vida Sana, por
no haber documentado éste, según la sentencia, el
daño causado por la mentira publicada y por haber intentado
que Guerra conociese directamente al grupo invitándole a
una de sus muchas actividades públicas (realmente los de
Vida Sana se comportaron como ingenuos mayúsculos al considerar
que podrían dialogar con el tal Guerra, y pagaron las consecuencias).
La parte absolutoria de la sentencia prosigue:
(...) lo cierto es que la parte actora no ha acreditado, en
modo alguno, que dicha inclusión le haya causado un perjuicio
que determine la responsabilidad de la parte demandada, ya que pese
a que la parte actora manifiesta la amplia difusión de las
obras y que ello ha motivado el descrédito y desconfianza
entre colaboradores, afiliados y establecimientos adheridos, dicho
hecho no resulta acreditado a través de medio probatorio
alguno, habiendo señalado reiterada jurisprudencia que la
prueba de los daños incumbe al acreedor y ha de efectuarse
con todo rigor, y contrasta con el hecho de que el representante
legal de la asociación demandante, reconozca al contestar
a la posición undécima
formulada, que hacia unos meses había invitado al codemandado
a asistir como conferenciante a un acto público organizado
por la asociación actora en Barcelona, puesto que es de suponer
que si realmente considera que se les ha causado un perjuicio susceptible
de indemnización y digno de motivar una reclamación
judicial al respecto, es dificil pensar que a quien se considera
responsable de dicho perjuicio se le invite como conferenciante
en un acto organizado por quien se considera perjudicada, todo lo
cual y dado que no se ha probado que concurran la totalidad de los
requisitos precisos para la aplicación del artículo
1.902 del C.C., conlleva que proceda desestimar las
pretensiones de la parte actora.
F A L L O: Que desestimando la demanda interpuesta por la ASOCIACION
VIDA SANA PARA EL FOMENTO DE LA CULTURA Y EL DESARROLLO BIOLOGICO
representada por D. EDUARDO MORALES PRICE contra la CONFERENCIA
EPISCOPAL ESPAÑOLA y D. MANUEL GUERRA GOMEZ, debo absolver
y absuelvo a los demandados de las pretensiones ejercitadas por
la parte actora en su escrito de demanda, con imposición
de costas a esta última. (ver la sentencia en documento
pdf de 1.023 Kb)
Manuel Guerra fue absuelto en esta causa por no probarse los daños
causados a la víctima de su pluma, pero la sentencia dejó
bien sentada su forma de trabajar como "experto" en sectas:
faltando a la verdad y actuando de forma negligente.
Cabe felicitarle por su absolución, pero resulta abominable
que un tipo así pretenda dar lecciones de moral y de verdad
por las radios amarillentas del postfranquismo ultracatólico
actual.
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Más de lo mismo...
¿Es Manuel Guerra un mentiroso patológico,
un manipulador profesional o un simple cretino?
El 4-12-2006, un lector que tiene la sacrosanta paciencia de leer
todos los libros que se publican en España sobre la masonería,
incluidos los que son basura garantizada, me envió las páginas
78 y 79 de la que, por ahora, es la última estupidez en papel
del tal Manuel Guerra Gómez, esto es el libro La trama
masónica, editado por Styria, una editorial barcelonesa
conocida, probablemente, por su padre y por su madre... o ni eso.
En esas páginas, el ultrareaccionario Guerra, que se mueve
entre opudeístas y lefebvristas de alta carcundia, afirma
de mi lo siguiente:
Rosa Tur,
alto cargo en la GLFE y miembro del PSOE, ha comunicado datos internos
de su Obediencia masónica a Pepe Rodríguez (44). Por
ello acaba de ser obligada -en julio 2006- a firmar la plancha de
quite o de abandono de la GLFE. Pepe Rodríguez es masón
desde hace varios años; fue presentado por Rafael Vilaplana
Gran Maestro del Gran Oriente Español Unido. Ha dado conferencias
en la sede barcelonesa de la Gran Logia de España. En ellas
ha atacado a la Iglesia católica y a algunas de sus instituciones.
Pero ¿ahora es masón en activo o en estado durmiente?
Publica un libro sobre la masonería en la editorial del grupo
Zeta --libros más o menos descaradamente contrarios a la
Iglesia católica e incluso al judaísmo, revista Interviú,
El periódico, etc.--. Su actual vicepresidente ejecutivo,
Antonio Asensio Mosbach, hijo del fundador del grupo: Antonio Asensio
Pizarro y de madre judía, es también masón.
Espero que el talante de Pepe Rodríguez, marcado por la animosidad,
a veces agresiva, perturbadora de la objetividad en la selección
de datos o hechos y en su interpretación, no se desahogue
contra la masonería como lo viene haciendo contra la Iglesia
católica en algunos de sus libros, fuente de cuantiosos ingresos.
(44) Ha pertenecido también a la Orden de Malta en su versión
masónica, etc.
La parrafada es gloriosa, es de cretinismo cum laude ya que no acierta
en nada, absolutamente en nada, y eso no debe ser nada fácil
al hablar de alguien como yo, con una vida pública bien conocida.
El más idiota de los chimpancés del mundo (pido perdón
por compararlo con el tal Guerra) hubiese acertado al menos un 50
% de lo afirmado si se lo hubiese inventado. Hasta el azar es infinitamente
menos mediocre y mezquino que el tal Guerra. Veamos las burradas
que dice el curita ultracatólico:
Rosa Tur, alto cargo en la GLFE y miembro del PSOE, ha comunicado
datos internos de su Obediencia masónica a Pepe Rodríguez
(44).
Rosa Tur no es ningún alto cargo de la GLFE, y no comunicó
datos internos a nadie, tampoco a mi, tal como se hizo público
en su día y digo en mi libro.
(44) Ha pertenecido también a la Orden de Malta en su
versión masónica, etc.
En la nota 44, referida al autor de este web, Guerra ya pone manos
a la obra en la invención de cuantas idioteces se le ocurran.
Tal como sabe todo el mundo que me conoce algo, yo jamás
he pertenecido a nada que obligue a llevar uniforme (salvo al hacer
el servicio militar... y incluso allí utilicé en mi
"uniforme" lo que me salió del moño, pero
esa es otra historia) o a disfrazarse de algo. No me gusta ir de
carnaval por la vida, yo no soy como el tal Guerra y sus colegas
y jefes, que se pirran por ponerse ropajes de chirigota gaditana.
Jamás he pertenecido a ninguna Orden, tampoco a la "Orden
de Malta en su versión masónica" (es tan indocumentado
el tal Guerra que no sabe ni cómo se denomina esa Orden a
la que se refiere, integrada por católicos masones, a pesar
de que se permite escribir un libraco sobre masonería y se
presenta como "experto"). Así es que ni "también"
(de también nada de nada), ni "Orden de Malta"
en cualquiera de sus versiones, aunque podría ser correcto
ese sibilino "etc.", que tiene mucha gracia y le da seriedad,
y sobre todo amplitud, a lo afirmado por este cura reaccionario.
De hecho ¿quien no pertenece o ha pertenecido a algún
"etc." en su vida?
Por ello acaba de ser obligada -en julio 2006- a firmar la plancha
de quite o de abandono de la GLFE.
Guerra, no sabe ni leer lo que escriben los demás, a Rosa
Tur se la obligó a firmar, mediante coación y acusada
en falso, un documento de renuncia (que no "plancha de quite",
que es un documento al que no se obliga sino que se pide por parte
del propio interesado, algo que el analfabeto de Guerra también
desconoce) el día 25 de junio de 2006. No en "julio".
Pepe Rodríguez es masón desde hace varios años;
fue presentado por Rafael Vilaplana Gran Maestro del Gran Oriente
Español Unido.
Pues va ser que tampoco. No soy masón "desde hace varios
años" ni desde hace varias horas. Nunca he considerado
la posibilidad de ser masón, ni tampoco nada que tenga que
hacerse estando asociado.
Conocí a Vilaplana (y a otros muchos masones) en 1986 por
motivos profesionales (estaba investigando el patrimonio expoliado
a la masonería por el franquismo), entonces era Gran Maestre
de la Gran Logia Simbólica Española, no del Gran Oriente
Español Unido (obediencia que Vilaplana pasaría a
liderar años después, cuando yo ya no tuve el menor
contacto con él y con su gente), y jamás me presentó
a nadie, ni a masones (a los que conocí en esos días
los conocí por mi cuenta), y menos me presentó en
el sentido "iniciático" que insinua este curita
lefebvrista y dramáticamente desinformado.
Ha dado conferencias en la sede barcelonesa de la Gran Logia
de España.
¿En que quedamos Guerra? Si me "presentó"
Vilaplana debería pertener a la masonería de tradición
francesa y, como tal, jamás podría asistir a la Gran
Logia de España, que es "regular". Por otra parte,
si fuese masón, no podría dar "conferencias"
en ninguna logia, ya que las "conferencias" en una obediencia
las dan los profanos (los no masones). No se puede ser una cosa
y la contraria a la vez. El afán paranoide de Guerra por
convertir a este autor en lo que nunca fue le hace afirmar estupideces
que sólo cretinos de su cuerda pueden acatar y repetir como
cacatuas descerebradas.
Jamás he pisado el templo de la Gran Logia de España,
ni en Barcelona ni en otras ciudades. Incluso cuando me veía
con Luis Salat lo hacíamos fuera de la sede de la GLE, aunque
un par de veces nos encontramos en el vestíbulo de su sede
barcelonesa. Por ello jamás he dado conferencia ninguna allí.
Sí di una (a ver si te enteras), el 17 de noviembre de 1990,
en la sede barcelonesa de la Gran Logia Simbólica Española,
en la que fui invitado a tratar el tema de las sectas, al igual
que hacía en la época en muchos ámbitos académicos
y, también, en centros católicos. Puede observarse
en la invitación que yo era un "invitado" (no un
"hermano") en una tenida blanca abierta (ver
el tarjetón con la invitación a la conferencia;
documento pdf de 44 kb). Y como yo son decenas los personajes "profanos"
que han pasado por logias masónicas para dictar alguna conferencia...
sin que se les haya quedado pegado el madil. No era masón
entonces y tampoco lo soy ahora. Esa es, hasta la fecha, la primera
y única conferencia que he dado en una sede masónica.
En ellas ha atacado a la Iglesia católica y a algunas
de sus instituciones.
Paranoia pura, padrecito Guerra, ni es "ellas",
ni se hizo tal cosa en la conferencia citada. Por otra parte, en
los talleres masónicos se hacen cosas bastante más
constructivas que criticar a una institución en la que ya
no creen ni la mayoría de quienes se dicen sus seguidores.
Las reglas de debate en las logias no permiten ningún tipo
de ataque contra nadie o nada.
Pero ¿ahora es masón en activo o en estado durmiente?
Durmiente poco, tengo demasiado trabajo y duermo menos de lo que
desearía. Masón, todavía menos, aunque esa
realidad le importe muy poco a un vividor profesional de la mentira
como es el cura ultracatólico Manuel Guerra.
Publica un libro sobre la masonería en la editorial del
grupo Zeta --libros más o menos descaradamente contrarios
a la Iglesia católica e incluso al judaísmo, revista
Interviú, El periódico, etc.--.
La burrez de Guerra llega aquí a extremos inauditos. Mi libro
Masonería al descubierto ha sido publicado por la
editorial Temas de Hoy que, como sabe todo el mundo, pertenece al
Grupo Planeta, un grupo de perfil muy conservador, editor, entre
otros, del diario ultraderechista La Razón, y editor
también de libros escritos por todos los ultraconservadores
de pro españoles. En España Planeta es el primer grupo
editorial, con muchos sellos editoriales diferentes, yo he publicado
mi libro sobre la masonería en el que es más progresista,
Temas de Hoy, que le vamos a hacer... El "experto" Guerra,
antes de meter la pata hasta las cejas, podría tener la astucia
de leer en la portada de mis libros quien es el editor, pero eso
sería "documentarse" demasiado para los usos habituales
de un tipo que obra a base de inspiración divina, y así
le va. No acierta ni una.
He publicado en el pasado en Ediciones B, perteneciente al Grupo
Z, un grupo "tan descaradamente contrario a la Iglesia católica",
según sostiene Guerra, que ha publicado un nutrido catálogo
de libros peloteros con el papa Wojtyla y con otros de su cuerda,
no en vano en la Presidencia de grupo había católicos
de pro, alguno de ellos íntimo amigo de prelados ultraconservadores,
entre los que se cuenta el cardenal Ricard María Carles Gordo,
encubridor de la mayor red clerical de abusos sexuales a menores
que ha habido en España (ver
documentos del caso).
Su actual vicepresidente ejecutivo, Antonio Asensio Mosbach,
hijo del fundador del grupo: Antonio Asensio Pizarro y de madre
judía, es también masón.
Nada me permite suponer que Antonio Asensio hijo sea masón.
Si lo fuese sería estupendo y si no, también. Faltaría
más. ¡Qué manía tiene la extrema derecha
de hacer masones por pelotas a todos aquellos que odian! La afirmación
sobre la madre, hecha en tono y contexto despectivos por un lefebvriano
mentiroso como Guerra no merece ni el menor comentario.
Espero que el talante de Pepe Rodríguez, marcado por
la animosidad, a veces agresiva, perturbadora de la objetividad
en la selección de datos o hechos y en su interpretación,
no se desahogue contra la masonería como lo viene haciendo
contra la Iglesia católica en algunos de sus libros, fuente
de cuantiosos ingresos.
Y yo espero haber mantenido aquí mi "animosidad, a veces
agresiva" a la altura que se merece un mentecato mentiroso
como el tal Manuel Guerra.
Aunque si hay que hablar de una actitud "perturbadora de la
objetividad en la selección de datos o hechos y en su interpretación",
nadie puede competir, ni de lejos, con la del sacerdote ultra Manuel
Guerra Gómez, que no sabe ni lo que es un dato objetivo y
menos todavía practica la obligación de contrastar
los datos que tenemos todos quienes escribimos (y que no quita el
riesgo de equivocarse, pero una cosa es el error y otra la mentira
a sabiendas).
Sin embargo, me quedo con la duda inmisericorde de no poder saber
a ciencia cierta si ese tipo, Manuel Guerra, es un mentiroso patológico,
un manipulador profesional (infinitamente burdo, claro está),
o un simple cretino ¿alguien podría sacarme de la
duda? Lo agradeceré infinitamente.
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