|
Datos
curiosos sobre la historia y tradiciones de la Navidad
(Fuente:
© Rodríguez,
P. (1997). Mitos y ritos
de la Navidad. Barcelona: © Ediciones
B.)
Jesús
nació otro día, otro año y en otro lugar
La
magia de unos Reyes de los que jamás se supo nada
Papá
Noél, el mito más moderno de la Navidad
No
hay nada sin historia ni significado
¿Sabías
que...?
Jesús
nació
otro día, otro año y en otro lugar
|
En
los Evangelios no se aporta información alguna acerca de cuándo,
dónde y cómo nació Jesús. Todos los datos que los cristianos
dan por históricos son invenciones tardías e interesadas.
|
El
año del natalicio del judío Jesús no fue el 1 de nuestra época,
sino el 7 o 6 a.C.
|
Durante
el siglo III se propuso datar el natalicio en fechas como
el 6 y 10 de enero, el 25 de marzo, el 15 y 20 de abril, el
20 y 25 de mayo y algunas otras.
|
El
papa Fabián (236-250) calificó de sacrílegos a quienes intentaron
determinar la fecha del nacimiento de Jesús.
|
Las
Iglesias cristianas orientales siguen celebrando el natalicio
de Jesús en el 6 u 8 de enero.
|
Entre
los años 354 y 360, el
papa Liberio (352-366)
fijó como fecha inmutable la de la noche del 24 al
25 de diciembre, día en que los romanos celebraban el nacimiento
del Sol Invencible.
|
El
lugar más probable del nacimiento de Jesús pudo ser Nazaret
o, mejor Cafarnaún, pero nunca Belén.
Ver
supuesto enclave, en la iglesia
de Belén, del pesebre de Jesús (106 Kb)
Ver
iglesia de Belén (141 Kb)
|
El
relato actual de la Navidad procede del evangelio apócrifo
Pseudo-Mateo
(declarado falso por la propia Iglesia católica).
|
La
escena del buey y el asno se inventó al mezclar un texto de
Isaías manipulado con uno de Habacuc absolutamente mal traducido.
|
En
la Antigüedad precristiana fue un hecho absolutamente común,
aceptado y extendido, que todos los grandes personajes, ya
fuesen reyes -desde
Mesopotamia y Egipto a China y Japón-,
fundadores de grandes filosofías y religiones -Buda,
Krisna, Confucio, Lao-Tsé-,
o pensadores -Pitágoras,
Platón, etc.-,
gozasen del privilegio de ser considerados hijos de una madre
virgen y de Dios.
|
La
leyenda de la estrella de Belén, según propuso Kepler ya en
1606, pudo basarse en el efecto de la rara triple conjunción
de la Tierra con los planetas Júpiter y Saturno, estando el
Sol pasando por Piscis, que se dio en el año 7 a.C.
|
©
Pepe
Rodríguez (Mitos
y ritos de la Navidad,
Ediciones B., 1997)
|
Ir
a inicio página
La
magia de unos Reyes de los que jamás se
supo nada
|
De quienes hoy conocemos
como «Reyes Magos» sólo habló el texto de Mateo, pero es tan
poco lo que se dice de ellos que las tradiciones posteriores
tuvieron que inventarlo absolutamente todo.
|
Hasta
el siglo IV los Magos fueron dos, cuatro, seis, doce o sesenta,
según fuera la tradición.
|
Hacia
el primer cuarto del siglo III Orígenes afirmó taxativamente
que los magos habían sido sólo tres, una postura que acabó
prevaleciendo desde el siglo siguiente.
|
Entrado
ya el siglo III, Tertuliano, para evitar la mala fama que
tenían los magos persas, transformó a los Magos en «reyes
de Oriente».
|
En
un mosaico bizantino de mediados del siglo VI, en San Apollinare
Nuovo (Rávena, Italia), aparecen por primera vez sus nombres
actuales, pero los tres magos aún iban ataviados a la usanza
persa.
Ver
Mosaico de Rávena, siglo
IV, con los tres reyes magos (50 Kb). (Alta resolución: 114
Kb)
|
En
el siglo XV, Petrus de Natalibus fijó que Melchor tenía sesenta
años, Gaspar cuarenta y Baltasar veinte. Una descripción física
que discrepaba mucho de todas las anteriores.
|
Baltasar
fue blanco hasta el siglo XVI, época a partir de la cual se
le representó como de raza negra por necesidades estratégicas
de la Iglesia.
Ver
La adoración de Weyden (1455);
Baltasar es blanco (35 Kb). (Alta resolución: 127
Kb)
Ver
La adoración de Bosch (1510);
Baltasar ya es negro (26 Kb). (Alta resolución: 599
Kb)
|
En
Occidente no comenzó a celebrarse la adoración de los magos
hasta el siglo V.
|
Los
Reyes Magos no empezaron a traer juguetes a los niños hasta
mediados del siglo XIX.
|
La
actualmente imprescindible «carta a los Reyes» comenzó a popularizarse
durante el primer cuarto del siglo XIX.
|
©
Pepe
Rodríguez (Mitos
y ritos de la Navidad,
Ediciones B., 1997)
|
Ir
a inicio página
Papá
Noél,
el
mito más moderno de la Navidad
|
Es el personaje más
entrañable de la Navidad. Pero Papá Noél, o Santa Claus, es
una figura muy reciente, hija de la imaginación de dos escritores
neoyorquinos, nieta de la devoción de holandeses errantes,
y real gracias a
un dibujante satírico y a la publicidad de la Coca-Cola.
|
La
figura de Santa Claus se construyó sobre la de san Nicolás,
obispo turco del siglo IV cuyo mito y culto se expandió por
toda la Europa medieval.
Ver
San Nicolás con niños
en una postal centenaria (16 Kb). (Alta resolución: 355
Kb)
|
Desde
mediados del siglo XIII el día de san Nicolás se centró en
los obsequios a los niños.
Ver
San Nicolás repartiendo
juguetes; publicidad de 1890 (21 Kb). (Alta resolución:
411 Kb)
|
La
tradición de san Nicolás llegó a New York en 1621 con los
emigrantes holandeses.
|
Washington
Irving, en 1809, escribió una sátira -Historia
de New York-
en la que deformó al santo patrón holandés -Sinter Klaas-
hasta transformarlo en el precedente de Santa Claus (pronunciación
que los angloparlantes le dieron al nombre holandés).
|
El
éxito popular del personaje de Irving se completó con un poema
de Clement C. Moore, publicado en 1823, que acabó de inventar
el mito del generoso y alegre personaje navideño.
|
Un
dibujante satírico, Thomas Nast, entre 1863 y 1886, creó progresivamente
la imagen básica de Santa Claus a través de sus ilustraciones
publicadas en la revista Harper’s.
Ver
ilustraciones clásicas del
Santa Claus de Nast (38 Kb). (Alta resolución: 68
Kb)
|
La
vestimenta roja del personaje nació a finales del XIX como
consecuencia del desarrollo de las técnicas de impresión en
color.
Ver
postal de felicitación navideña
de finales del XIX (21Kb) (Alta resolución: 367
Kb).
|
El
ya popular Santa Claus pasó a Gran Bretaña a mediados del
siglo XIX y de allí a Francia, donde se fundió con el Bonhomme
Noël, origen de nuestro Papá Noél.
Ver
ilustración ochocentista del
Father Christmas inglés (50 Kb). (Alta resolución: 78
Kb)
Ver
imagen del Bonhomme Noël francés
de los años veinte (16 Kb). (Alta resolución: 289
Kb)
|
La
imagen actual de Santa Claus/Papá Noél se la debemos a la
Coca-Cola que en
1931 le encargó al pintor Habdon Sundblom que remodelara al
personaje de Nast para hacerlo más humano, atractivo y creíble.
Ver
el primer Santa Claus diseñado
para la Coca-Cola (23 Kb). (Alta resolución: 528
Kb)
|
El
aspecto de un vendedor jubilado llamado Lou Prentice sirvió
de base a Sundblom para crear -en
sus óleos pintados entre 1931 y 1966-
la figura moderna de Santa Claus, popularizada por la publicidad
navideña de Coca-Cola
y por el cine norteamericano. El pintor retrató a sus propios
hijos y nietos en los anuncios y, a la muerte de Prentice,
añadió al rostro de Santa Claus sus propios rasgos nórdicos.
Ver
imagen de Santa Claus con
los nietos del propio pintor (15 Kb).
|
©
Pepe
Rodríguez (Mitos y ritos
de la Navidad,
Ediciones B., 1997)
|
Ir
a inicio página
No
hay nada sin historia
ni
significado
|
Todo lo que llena nuestros
sentidos y hogares durante la Navidad nació en algún momento
determinado y significa algo. Veamos:
|
El
concepto del belén actual se lo debemos
a san Francisco de Asís, que, en la Navidad de 1223, celebró
la misa dentro de una cueva de Greccio en la que había instalado
un pesebre con una imagen en piedra del Niño Jesús y un buey
y un asno vivos.
|
La
escenificación del belén llegó por primera vez a España en
el siglo XVIII, cuando el rey Carlos III hizo traer esa tradición
italiana desde Nápoles.
|
Los
villancicos proceden de unas composiciones
españolas del siglo XV-XVI que eran cortesanas y versaban
sobre temas amorosos. Durante los siglos XVII y XVIII se transformaron
en lujosas cantas religiosas y posteriormente aparecieron
las tonadillas populares.
|
El
árbol de Navidad se originó en la tradición
ancestral del culto a los espíritus de la Naturaleza; simboliza
la fecundidad y la inmortalidad y fue cristianizado en la Germania de mediados del siglo VIII.
|
Los
adornos y bolas que se cuelgan actualmente
del árbol fueron creadas en el siglo XVIII por los sopladores
de vidrio de Bohemia.
|
Tras
la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) la tradición del
árbol fue reintroducida por los suecos en Alemania. En la
primera mitad del siglo XIX el árbol penetró en Austria, Gran
Bretaña y Francia. A partir del primer cuarto del siglo XX
comenzó a llegar a España.
|
El
muérdago está considerado como un talismán
que da suerte y felicidad desde la Antigüedad. La tradición
navideña del «ramo de la suerte» se extendió por toda España
a partir de finales del primer cuarto del siglo XX.
|
El
tió o tronco de Navidad es la tradición más antigua que se conserva
en relación a los rituales propiciatorios del solsticio de
invierno.
Ver
ilustración ochocentista del tió
(34 Kb) (Alta resolución: 506 Kb).
|
Las
velas representan un elemento propiciatorio
capaz de purificar, iluminar y fecundar ilusiones y esperanzas.
|
A
la herradura se le atribuye el poder
de proteger y dar suerte.
|
Las
piñas, símbolo de inmortalidad, representan
un canto a la esperanza en el futuro.
|
Las
estrellas, en su forma más habitual
-H-
representan un emblema protector contra el mal y sirven para
atraer la felicidad doméstica.
|
Las
campanas tienen una función purificadora
y protectora y expresan el júbilo navideño.
|
Las
manzanas representan un elemento mágico
dotado de capacidad propiciatoria para lograr la abundancia
de todo lo indispensable.
|
©
Pepe
Rodríguez (Mitos
y ritos de la Navidad,
Ediciones B., 1997)
|
Ir
a inicio página
Ir
a inicio página
En
el libro Mitos y ritos de la Navidad podrás encontrar los
textos que documentan y amplían los breves datos de esta página,
así como muchísimas otras informaciones y decenas de hermosas fotografías
e ilustraciones de gran valor histórico.
|