Nueva
Acrópolis: la condena judicial de Jorge Livraga por tenencia
ilícita de un revólver, una realidad que la secta
se empeña en negar
Desde hace ya
muchos años, los dirigentes de la secta internacional Nueva
Acrópolis niegan que su fundador Jorge Ángel Livraga
Rizzi fuese condenado por tenencia ilícita de un revólver,
y se "defienden" afirmando que tal cosa fue una invención
de este autor.
Pero mienten.
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Jorge
Livraga, a la izquierda (con perdón), fue condenado
por la tenencia ilícita de un revólver como
el del centro de la fotografía. La policía incautó
en la habitación privada de ese "filósofo"
un revólver Taurus calibre 38 especial de dos pulgadas
(nº EL-12.469). Las otras dos armas son similares a las
que portaba, también ilícitamente, quien ejerció
de guardaespaldas de este "Comando Mundial" que
se hacía saludar por los suyos, brazo en alto, como
"Ave Maestro", "Ave Cesar" o "Ave
Emperador".
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Lamentablemente para Nueva Acrópolis y su honorabilidad,
la realidad es la que es. El juicio contra Livraga y su guardaespaldas
Antonio Chao Fernández se celebró el 13 de junio de
1988 en la Sección Tercera de la Audiencia provincial de
Madrid.
El proceso judicial fue iniciado a instancia de una denuncia personal
mía, en base a la investigación personal realizada
sobre ellos y a la entrada y registro judicial de la vivienda de
Livraga que solicité personalmente al juez instructor competente
en la causa. La condena de Livraga se basó únicamente
sobre las pruebas que aporté, instruidas en el sumario número
10/87 CP del Juzgado de Instrucción 23 de Madrid.
El juicio oral se celebró el 13-06-1988 y a él comparecí
como testigo de la acusación (ver
citación judicial). Del papel vergonzoso y cobarde que
hizo Livraga ante el tribunal (intentando pasarle la responsabilidad
del arma ilegal a un colega suyo ya fallecido) ya hablé detenidamente
en mi libro El poder de las sectas (1989).
La Sentencia condenatoria es la 203 de la Sección Tercera
de la Audiencia Provincial de Madrid, de fecha 15-6-1988 y dice
textualmente:
"La Sala acuerda por mayoría, condenar al procesado
Jorge Angel Livraga Rizzi como autor de un delito de tenencia
ilícita de armas, sin la concurrencia de circunstancias
modificativas de la responsabilidad criminal, a la pena
de seis meses y un día de prisión menor,
con sus accesorias de suspensión de cargos públicos
y derecho a sufragio durante el tiempo de condena, y al pago
de las costas procesales.
Para el cumplimiento de la pena se le abona todo el tiempo
de prisión provisional sufrida por esta causa.
Y la sala aprueba el auto de insolvencia en su
día consultado por el Instructor".
Pero ya que he tenido que tomarme la molestia de publicar esta página,
vamos a hacer las cosas bien y apoyaré cada afirmación
vertida con la correspondiente documentación probatoria,
para que ya no haya más duda sobre la calaña del tal
Livraga (actualmente ya fallecido) y de sus acólitos.
Para comenzar, aquí va el texto completo de la sentencia
condenatoria de Jorge Livraga por tenencia ilítita de armas
(documento pdf de 291 Kb).
El inicio de esta historia arrancó de una investigación
mía realizada en 1985, que se resumió en un reportaje
publicado en la revista Tiempo número 157 de fecha
13-05-1985 (ver la investigación
publicada en Tiempo, documento pdf de 1.159 Kb), en el que se
demostraba la tenencia ilícita de las armas citadas y de
varias otras, y también se revelaba parte del contenido de
documentos fundamentales y secretos de esta secta. Esos datos fueron
ampliados en un capítulo de mi libro Las sectas hoy y
aquí, publicado también en 1985.
Los datos publicados, obviamente, no le gustaron nada a quienes
entonces estaban en la cúpula de Nueva Acrópolis,
que intentaron coaccionarme por diferentes conductos. Mi respuesta
fue la habitual en estos casos, según mi modo de trabajar:
me fui a Madrid y, el 15-05-1986, presenté denuncia contra
esa gente y su grupo ante el juzgado de guardia. Los datos detallados
y concretos que facilité por escrito ante el juzgado, en
dos comparecencias, pueden leerse en las copias de los mismos escaneadas
y presentadas aquí en formato pdf (ver
los documentos de denuncia judicial contra Nueva Acrópolis
y sus dirigentes, documento de 716 kb). El resto de declaraciones
prestadas figuran en el expediente judicial y las conversaciones
mantenidas con el juez instructor no le competen a nadie más.
Demostrar el delito por tenencia ilícita de armas me había
resultado bastante fácil, a pesar de que de ello se hablaba
desde hacía tiempo en policías de diferentes países,
que afirmaban su existencia pero pensaban que no se podría
demostrar... ¡y todas esas policías no han sido capaces,
hasta el día de hoy, de hacer bien su trabajo y probar lo
que un simple periodista sin medios pudo acreditar sin lugar a dudas...
y podría volver a hacer! Queda para el regodeo general declaraciones
efectuadas por responsables policiales españoles, por ejemplo
en La Vanguardia (06-11-1985), en el sentido de creer "que
no podría encontrarse pruebas delictivas contra Nueva Acrópolis"
(ver estas declaraciones
en artículo de prensa, documento pdf de 279 Kb) cuando
ya hacía más de medio año que yo las había
publicado sin dejar lugar a dudas.
Tal como es lógico suponer, Nueva Acrópolis y su cúpula
me demandaron civilmente. Y aquí surge otra de las patéticas
mentiras que esta sectilla y su gente siguen repitiendo hoy día.
Según ellos yo perdí esa demanda y entré en
la cárcel no sé cuantas veces. Todavía a mediados
de marzo de 2007, que es cuando he decidido colgar toda esta información
en mi web, los sectarios acropolitanos le decían a uno de
sus "estudiantes" lo que éste me explicó
por mail:
Hola Pepe, cómo estás,
Ayer tuve una "charla" con Nueva Acrópolis ya que
he comunicado mis indagaciones a mi coordinadora que tengo en xxxx
de Málaga del Voluntariado ya que hago un curso en NA sobre
Voluntariado.
Para simplificar. Toda la información enviada se la pasaron
a GEA (Grupo de Ecología Activa) una "ONG" de Nueva
Acrópolis. Ellos niegan todo, todo de cuanto he leido y a
tí, y esto es la razón por lo que te escribo, hablan
de que te dedicas a difamar, que te pagan para que lo hagas que
te denunciaron por difamación, después de pedirle
yo sentencias ganadas por difamación para poderles creer
(que no me enseñaron), y que te ganaron. Que has salido varias
veces de la cárcel por difamar a la gente. Que no existe
juicio contra el fundador que todo es infundado. Que no existe la
sentencia que me hablastes. Que todo es un mercado de invenciones
y mentiras contra Nueva Acrópolis por envidia.
PD. Por cierto decidieron echarme del curso por haber enviado la
información a mi coordinadora y no a ellos antes.
(...)
Le eché en cara de que utilizaban insignias nazis como el
hacha fascis de un adepto de allí, resulta que era del "Señor
de los Anillos" curiosamente esto salió en mis indagaciones
sobre las insignias usadas aunque de lejos aparenta un fascis, de
cerca... es otra cosa quizás por aquello de las ilegalidades
de las insignias nazis. Pero en fin, cada uno haga sus análisis.
Me echaron en cara que yo era una persona muy influenciable al creerme
todo lo que dicen por ahí.
Algo he leido en tu libro sobre estrategias que utilizan en estas
situaciones.
Vayamos a la famosa demanda "por difamación" de
Nueva Acrópolis contra mi. La demanda lo fue en base a la
tutela judicial de los derechos al honor, a la intimidad personal
y a la propia imagen, instada por la Asociación cultural
Nueva Acrópolis, Giorgio Livraga Rizzi, Delia Steinberg Guzman
y Antonio Alzina Fortea, y dio lugar al expediente judicial número
870/85 del Juzgado de Primera Instancia número 19 de Madrid.
La demanda fue interpuesta el 3-07-1985, pero lo hicieron tan mal
que yo no tuve comunicación de su existencia hasta el 25-03-1986,
fecha en la que recibí un telegrama de la magistrada intructora
del expediente (telegrama número MDB697 15683). Un día
después hice mis alegaciones por escrito y las envié
por correo. El 14-05-1986 me personé ante el Juzgado para
declarar personalmente. Lo hice sin abogado ni procurador, ya que
para defenderme de las idioteces que decían los demandantes
no hacía falta hacerle perder el tiempo a nadie más.
Es una pena que el lector no pueda disponer de todo el expediente
--¡¡¡ni loco me voy a poner a escanear tanto papel!!!--
ya que disfrutaría mucho con las ocurrencias de ese personal
y del estilo alcanforado, por llamarlo de alguna manera, de su letrado.
Llegó la Sentencia, concretamente el 4-07-1986, y
en ella, la magistrada Doña Manuela Carmena, no sólo
criticó las deficiencias de la demanda y la falta de justificación
para interponerla, sino que absolvió al demandado, un servidor
de usted, "de lo que en su contra se pedía. Así
mismo DECLARO que las costas de este juicio han de ser pagadas por
NUEVA ACROPOLIS, GIORGIO LIVRAGA RIZZI, DELIA STEINBERG GUZMAN Y
ANTONIO ALZINA FORTEZA".
La sentencia fue firme al no ser recurrida por los demandantes.
Para que no haya dudas, la sentencia absolutoria para este
autor y condenatoria para los acropolitanos está
disposición de quien tenga interés legítimo
en acceder a ella (documento en formato pdf de 805 Kb).
Espero que ahora los acropolitanos dejen de mentir y de creerse
sus propias cretineces.
Y si los acropolitanos quieren más sentencias condenatorias
contra Nueva Acrópolis y sus pretensiones, tengo algunas
más a su disposición...
Cuando se juzgó a Livraga no compareció el otro acusado
por el mismo delito, Antonio Chao Fernández, el que fuera
su guardaespaldas e "hijo" predilecto. La policía
judicial no hizo su trabajo y no fue capaz de localizar a un tipo
que pasaba todas las noches en una discoteca concreta (así
lo encontré yo) y cuya dirección y teléfono
figuraba en la guía telefónica. Así es que
el 17-05-1989 al tribunal se le ocurrió citarme para volver
a ejercer de testigo contra Chao.
Me negué
a comparecer, obviamente, y mediante escrito en formato jurídico
les vine a decir, elegantemente, que si la Administración
de Justicia estaba repleta de inútiles yo no tenía
ninguna culpa ni tampoco ganas de hacerle el trabajo a quienes no
saben hacer el suyo (ver
mi escrito dirigido a la Audiencia Provincial de Madrid, documento
pdf de 197 Kb).
Años después pasé por la Audiencia y, por pura
curiosidad, pregunté por el caso. Me dijeron que el tal Chao
Fernández no había podido ser juzgado por estar en
busca y captura. Pedí una guía telefónica de
Madrid y le mostré al funcionario la dirección y teléfono
del domicilio del "ilocalizable". Supongo que nadie se
molestó en llamarle. Y mis obligaciones acabaron cuando probé
sin lugar a dudas las acusaciones que en su día publiqué
contra los responsables de la secta acropolitana.
Y puestos ya en harina, aprovecho para hacer públicos dos
documentos internos secretos que Nueva Acrópolis siempre
ha negado.
El primero y fundamental es el Manual del Dirigente,
escrito personalmente por Jorge Livraga Rizzi y reservado sólo
para uso de los altos mandos de la secta. Desde 1985 poseo un original,
adquirido (y no fue barato) a un líder de la secta, que ha
sido la fuente de la que han bebido buena parte de las informaciones
sobre este documento (del que existe también, al menos, una
fotocopia de su equivalente francés).
La versión que aporto aquí, en pdf, contiene 19 páginas
de las 119 que conforman el documento total, pero leídas
con atención darán una buena idea de cómo es
en realidad esta secta en su estructura interna y oculta a la sociedad
y a los propios miembros de base, también podrá verse
la justificación de las estrategias de manipulación
y engaño que tanto gustan a sus líderes. Ver
el Manual del Dirigente, documento pdf de 770 Kb.
Curiosa e instructiva resulta también la lectura del Reglamento
para Miembros, que en este caso sí que reproduzco
entero, y procede de un original que viene avalado por la firma
autógrafa de la siempre todopoderosa Delia Steinberg Guzmán.
Ver el Reglamento para Miembros,
documento pdf de 250 Kb.
Son decenas los documentos de circulación interna que deberían
escanearse y hacerse públicos, para goce de profanos y provecho
de los miembros que lo ignoran todo del lugar donde han depositado
su confianza, pero mi tiempo es más que limitado, así
es que ya seguiremos otro día... o no.
A los amantes de los símbolos les recomiendo encarecidamente
que se lean las revistas editadas por Nueva Acrópolis entre
1974 y mediados de 1980. La democracia les olía a azufre
del infierno, tal como explicitaban en algunos escritos, y los símbolos...
son lo que son... por ejemplo... ese glorioso fascis o hacha de
doble filo de gran tradición, adornado con el aguilucho fascista/franquista,
que protagonizaba la portada de la revista número 2 de Nueva
Acrópolis en febrero de 1974 (ver
la portada).
Es probable que los datos de esta página también le
sirvan para enterarse de algo a dos presuntos expertos
en "sectas", a los ultraconservadores e imaginativos César
Vidal Manzanares y Manuel Guerra, que en sus libros han dicho bastantes
burradas sobre este caso y, obviamente, sobre mi (estos dos tampoco
me aman, ¡qué pena más gorda!).
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