EL
VATICANO PREMIA EL ENCUBRIMIENTO DE DELITOS SEXUALES
El día
29 de julio de 2001 la prensa anunció que Jaume Traserra
Cunillera, obispo auxiliar de Barcelona, será el nuevo obispo
de la diócesis de Solsona en sustitución de monseñor
Antoni Deig. Un día después se anunciaba también
que Joan-Enric Vives Sicilia, otro obispo auxiliar de Barcelona,
era ascendido a obispo coadjutor de la diócesis de Urgell,
con derecho a suceder a Martí Alanís, arzobispo y
copríncipe de Andorra, cuando a éste le toque jubilarse
en noviembre de 2003.
Sólo
tres meses después hay que ampliar esta página para
incluir en ella una noticia hecha pública el 30 de octubre
de 2001: el Vaticano confirma por dos años más en
su puesto al cardenal de Barcelona Ricard María Carles Gordo,
que ya ha pasado sobradamente la edad para su jubilación
obligatoria, y el también obispo auxiliar de Barcelona Carles
Sóler Perdigó es ascendido a nuevo obispo de Girona,
en sustitución de Jaume Camprodon.
Sin duda el
Vaticano debe conocer qué méritos hacen merecedores
de tales cargos a todos esos prelados, y no será este autor
quien se los discuta, pero resulta curioso que todos ellos compartan
silencios profundamente vergonzosos durante su labor en la diócesis
de Barcelona.
Tal como ya
documentamos en otra sección de este web, al menos cinco
miembros de la curia de gobierno del arzobispado de Barcelona, los
cardenales Narcís Jubany Arnau y Ricard María Carles
Gordo y los obispos auxiliares Carles Soler Perdigó, Jaume
Trasserra Cunillera y Joan-Enric Vives Sicilia, conocieron perfectamente
los pormenores de la mayor red clerical de corrupción de
menores que ha existido en España y todos ellos la encubrieron.
Carles Sóler
Perdigó era párroco en la parroquia de Sant Pius X
de Barcelona cuando uno de sus diáconos, A. S. (que ahora
es sacerdote), corrompió sexualmente a diversas menores de
la parroquia, en algún caso copulando con las menores en
una habitación de la propia parroquia. El sacerdote supo
con todo lujo de detalles qué ocurrió y lo encubrió
con plena conciencia y voluntad. Y siguió haciendo lo mismo
tras ser ordenado obispo (el 22 de septiembre de 1991) y desde su
puesto como obispo auxiliar de Barcelona. Algunos datos que prueban
su participación directa en el encubrimiento de la red de
corrupción de menores citada pueden leerse en ***[los documentos
probatorios han sido autocensurados de este web, pero son consultables,
para quien tenga un interés legítimo en la causa,
en el Juzgado de Instrucción nº 21 de Barcelona]***:
la declaración judicial de una de las víctimas ante
la Fiscalía de Menores de Barcelona, en un escrito de la
citada víctima, en una carta del padre de la víctima
dirigida al entonces cardenal Jubany, en el escrito de denuncia
contra todos los prelados, en una carta personal firmada por el
propio Carles Sóler Perdigó, y hasta en una nota de
prensa emitida por el Obispado de Girona.
Jaume Traserra
Cunillera, nombrado obispo auxiliar de Barcelona el 9 de junio de
1993, desde su capital e influyente cargo de vicario general -tanto
con el cardenal Narcís Jubany como con Ricard María
Carles (que lo cesó en 1995)-, recibió siempre con
los brazos abiertos a P. C. (uno de los protagonistas principales
de la red de corrupción de menores) en los momentos más
conflictivos, y no dudó en mostrarse como valedor suyo y
de Nous Camins (la asociación a la que pertenecían
parte de los diáconos y sacerdotes que corrompieron a varias
decenas de menores) cuando hizo falta. Así, por ejemplo,
Jaume Trasserra, que es un eclesiástico melómano y
de gustos caros -a pesar del escaso sueldo oficial que le corresponde
a un obispo-, fue quien, en una reunión de obispos, intentó
detener la redacción de una nota oficial en la que se decía
que Nous Camins no tenía nada que ver con la Iglesia y, al
no lograrlo, se ofreció a escribirla él mismo, cosa
que no hizo, naturalmente; aunque sí tuvo energías,
poco después, para intentar parar de nuevo la publicación
de la nota que el arzobispo había encargado a otro prelado
(ver los capítulos 9 y 10
de La vida sexual del clero).
Joan-Enric
Vives i Sicilia, nombrado obispo auxiliar de Barcelona el 9 de junio
de 1993, era, en la época en que actuó la red clerical
de corrupción de menores, el rector del Seminario Conciliar
de Barcelona y conocía perfectamente a los seminaristas de
la Casa de Santiago (institución a la que pertenecían
algunos de los sacerdotes que organizaron la red corruptora) que,
por otra parte, le informaban puntualmente de todo lo referente
a las andanzas de P. A. (sacerdote de la red), sus diáconos,
y los miembros de Nous Camins. El obispo Vives siempre se manifestó,
privadamente, horrorizado por lo que estaba pasando y era contrario
a la actividad de esta gente, pero jamás movió un
dedo para impedir unos abusos sexuales de los que tenía cumplido
conocimiento (ver los capítulos
9 y 10 de La vida sexual del
clero).
El cardenal
Ricard María Carles Gordo, como máximo cargo de la
diócesis de Barcelona, fue y sigue siendo responsable directo
del encubrimiento de los delitos sexuales mencionados y, también,
de que los diáconos implicados fuesen finalmente ordenados
sacerdotes en lugar de ser expulsados del clero (reducidos al estado
laical, en su terminología), tal como ordena el Código
de Derecho Canónico.
Los expedientes
internos abiertos por el Arzobispado de Barcelona, reconocieron
la existencia de los hechos mencionados y se impuso "determinados
remedios penales a los sacerdotes responsables de la extinguida
fundación canónica Casa de Santiago y de la asociación
civil Nous Camins" (ver nota del Arzobispado). Naturalmente,
todos los protagonistas de la red de corrupción sexual de
menores fueron encubiertos por los prelados mencionados y jamás
han sido puestos a disposición de la Justicia penal ordinaria.
Hoy, los delitos sexuales cometidos por los miembros de la red clerical
ya están prescritos y sus autores quedaron impunes. Pero,
dado el modo de proceder de los obispos Jaume Traserra Cunillera,
Joan-Enric Vives i Sicilia y Carles Soler Perdigó en este
caso, cabe preguntarse ¿será ésta la moral
católica y la práxis pastoral y canónica
que desarrollarán desde sus nuevos cargos?
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