Aclaraciones
acerca del origen y posible falsedad del documento titulado
Taxa Camarae
Reflexiones
previas acerca de la imposibilidad actual de dar por auténtico
o falso el documento denominado Taxa Camarae y su supuesta
autoría por parte de León X
Origen
del texto denominado Taxa Camarae y atribuido al papa
León X publicado en este web
Intercambio
de correspondencia con un representante de apologetica.org
Investigación
bibliográfica que pretende refutar la autoría
por parte de León X de la Taxa Camarae y afirma
la pesunta falsedad de este documento
Reflexiones
previas acerca de la imposibilidad actual de dar por auténtico
o falso el documento denominado Taxa Camarae y su supuesta
autoría por parte de León X
Un grupo
integrista católico, responsable del sitio web apologetica.org,
en uso de su legítimo derecho, ha puesto en cuestión
la autenticidad de la Taxa Camarae y de la autoría
atribuida al papa León X, abriendo así una buena
oportunidad para debatir e indagar sobre un asunto cubierto
de oscuridad.
Valga
señalar, de antemano, que apologetica.org es un "Sitio
a cargo de religiosos del Instituto del Verbo Encarnado",
una secta católica fanática fuertemente criticada
y cuestionada en Argentina y cuyos centros de formación
han sido clausurados en el año 2001 por la propia Iglesia
católica (ir
a ver más información sobre este grupo).
Sin duda vale la pena saber algo más sobre quienes
se firman en su web como "Equipo de Investigaciones Especiales
*. Para Apologetica.org. * Este equipo de personas radica
en diversas partes del mundo. Es un grupo independiente".
¿Independiente de quién o de qué?
En su
web, apologetica.org/Instituto del Verbo Encarnado también
declaran, con descaro y nula honestidad histórica y
científica que "Quede claro desde el primer momento:
no tenemos ninguna intención de juzgar la vida y obra
del Papa León X", al que más adelante salvaguardan
afirmando que "Lo que hemos podido ver de los escritos
auténticos de León X es tan lejano del contenido
de la Taxa como el blanco del negro". Sin duda hacen
bien en no pretender juzgar la vida de León X ya que
ésta, por lo que han escrito muchos cronistas, parece
tener mucho más de negro que de blanco. León
X, como otros papas de su época, brilló por
su carácter disoluto y corrupto (ver
notas biográficas sobre su vida).
El documento
denominado Taxa Camarae ha sido publicado en diferentes
libros (y países, al menos en los idiomas italiano,
francés y español) desde, al menos, el siglo
XIX, por lo que llama poderosamente la atención que,
hasta la fecha, no se conozca de nadie que, ya sea desde dentro
de la Iglesia católica o desde el mundo académico,
haya cuestionado la autenticidad de este documento.
Hasta
el momento, la referencia bibliográfica más
antigua de la que se tiene noticia que cita la Taxa Camarae
aparece en el libro titulado Diccionario de controversia
editado en Italia a finales del siglo XIX, escrito por Teófilo
Gay (1850-1914), que no cita la fuente original del documento.
El libro del que reproduje el texto publicado en el mío
--y que figura en este web-- fue editado en Francia en la
primera década de 1900 y tampoco contenía referencia
de la fuente original (al menos en las fotocopias que me entregó
el jesuíta Martín; ver más abajo). En
un libro de 88 páginas, editado en 1936 por la Librería
Pons (Barcelona, España) y de autoría "anónima"
(que resulta atribuible al propio editor), se reproduce exactamente
el mismo texto que yo traduje del libro francés y tampoco
cita ninguna fuente (ver su texto original: págs.
82-83-84 y págs. 85-86-87).
En este
momento seguimos buscando nuevas fuentes para intentar aclarar
el origen y camino que siguió este documento hasta
hoy. Las posibilidades a contrastar son varias: 1) El documento
es auténtico y original de León X. 2) El documento
es auténtico, pero el autor es algún prelado
de su época. 3) El documento es una falsificación
hecha en tiempos de León X (suposición que cabe
tener en cuenta ya que este pontífice publicó,
en 1517, un documento, Inhaerendo vestigiis, destinado
a denunciar presuntas falsificaciones de documentos atribuidos
a éste o a miembros de la curia, aunque sin que se
conozcan contenidos o autores de tales actos). 4) El documento
es una invención surgida en el siglo XVIII.
Obviaremos,
de momento, las dos primeras posibilidades, para concentrarnos
en las dos afirmaciones básicas vertidas por los miembros
de apologetica.org: que la Taxa Camarae ha sido inventada
por el autor de este web para "calumniar" a la Iglesia
y, obviamente, que el texto es falso y que León X no
pudo ser de ninguna manera su autor.
La primera
afirmación sólo puede ser fruto de la mala fe,
fanatismo e ignorancia del equipo de apologetica.org, ya que
ellos mismos afirman haber localizado la referencia ya citada
de Teófilo Gay (1)
; aunque a pesar de que presumen de un
gran rigor académico e investigador y de ser una organización
internacional, no han sido capaces ni de localizar la obra
del tal Gay (basta escribir en un buen buscador "Teofilo
Gay" "Taxa" para ir al web donde se reproduce
parte de su obra titulada Diccionario de controversia
y donde, en la voz "cuaresma", se cita la Taxa
Camarae Apostolicae; o, también desde Internet,
buscar por el nombre de este autor en alguna biblioteca importante,
como la Biblioteca Nacional en Madrid, donde se guardan dos
ediciones de la obra; o en la Bibliothèque Nationale
de France, en cuyo catálogo figura la obra de Gay titulada
Arsenal antipapal, dictionnaire des hérésies,
impostures et idolâtries de l'Église romaine
(traduit de l'italien par Léa Gay-Humbert), publicada
en 1901, con 232 páginas); es muy probable que la edición
italiana "original" a la que se refiere, que lleva
el mismo título, sea de 1882. Tampoco han localizado
la edición de 1936 de Librería Pons que se reproduce
aquí, ni cualquiera otra. [Valga señalar que,
en febrero de 2002, en la web de apologetica.org dicen haber
localizado la edición italiana del libro de Gay...más
vale tarde que nunca]. Dado que ni en 1936 ni antes andaba
yo por este mundo, es muy improbable que pueda ser yo el autor
del texto original. Es obvio que hace al menos 120 años,
si no más, que circulan versiones de este texto, por
lo que si hay algún falsificador habrá que buscarlo
en otro lado y época.
Deteniéndonos
un poco en la obra de Teófilo Gay, diremos que hasta
la fecha he encontrado las referencias de dos ediciones del
Diccionario de controversia en castellano (1.- traducida
por Blas A. Maradei del italiano y editada en Buenos Aires
por la Junta Bautista de Publicaciones en el año 1944
--fecha que la ficha bibliográfica de la Biblioteca
Nacional de Madrid pone entre interrogantes--; 2.- la misma
traducción, pero editada en 1994 por Ediciones Clie
(Terrassa, Barcelona), con 423 páginas). En la referencia
que hay en Internet sobre dicha obra, en la voz "cuaresma"
(http://www.geocities.com/teofilogay/109.html)
aparece este texto: "El que desee conocer la tarifa de
las dispensas de los ayunos de cuaresma la hallará
en la 'Taxa Camarae Apostolicae' publicada por León
X, cap. 61 art. 9, 10, 11 y 12". Si esta cita es correcta
y se ajusta al texto original de Gay, el dato que aporta es
muy importante ya que los artículos citados tratan
otros asuntos mucho más escabrosos en las ediciones
de la Taxa francesa y española que dieron lugar
a la publicada por este autor. ¿Indicaría esto
que hay varios modelos de Taxa circulando desde hace
al menos un par de siglos? ¿Supone que sobre un texto
inicial de la Taxa se han eliminado o variado algunos
artículos? De momento, la respuesta debe quedar aplazada
hasta cuando pueda revisar una edición original de
la obra de Gay (que aunque aparece como ejemplar en existencia
en la Biblioteca Nacional y en otras, no consta en el catálogo
comercial de editorial Clie; en cualquier caso, en el web
de Daniel Sapia aparece publicado parte del texto de esta
edición de Clie concerniente a la Taxa Camarae,
ver: http://www.conocereislaverdad.org/Taxacamarae.htm).
De todos modos, tras revisar esa obra, quizá obtengamos
alguna respuesta más... pero también aparecerán
nuevas preguntas...
[Ir
al catálogo de publicaciones localizadas que citan
la Taxa Camarae]
Por otra
parte, la intención académica de apologetica.org
y su ética queda absolutamente en entredicho si tenemos
en cuenta que en un e-mail me conminan a que "si usted
está dispuesto, basado en la documentación que
le adjunto, a retratactarse de modo conveniente, esto podría
cambiar los planes de publicación y de divulgación
que al momento estamos considerando" (ir
al e-mail). ¿Este grupo católico
investiga para que todos conozcamos mejor la verdad histórica
o sólo para acallar a quienes resultan incómodos
a su creencia católica? Me consta que diferentes webs
que han reproducido la Taxa Camarae han recibido mails
conminándoles a eliminarla bajo amenazas.
La segunda
afirmación se fundamenta en una correcta y amplia revisión
bibliográfica de documentos que concluye sin haber
encontrado rastro ninguno de la citada Taxa Camarae
(más abajo se adjuntan los datos de tal revisión
tal como me los remitieron sus autores). En otras circunstancias,
el hecho de no haber localizado el documento entre las fuentes
revisadas sólo podría significar que no existe
ni existió jamás, pero esta suposición
no puede ser aceptable en el presente caso. Veamos la razón:
Apologética.org,
al referirse a las fuentes en que ha indagado, afirma: "Hacemos
notar que son fuentes de primera clase, editadas en los siglos
XVI, XVII, XVIII y XIX. No existe nada mejor, salvo los mismos
archivos, que fueron estudiados por estas colecciones, y por
los autores que se citan más abajo. Por otro lado,
los documentos salían en copias, no se trataba de un
solo ejemplar. ¿Cómo puede ser que ninguna colección
de bulas y documentos realizada por históricos en base
a decenas de archivos de decenas de bibliotecas de los siglos
XVI, XVII, XVIII y XIX no traiga ninguna mención de
ninguna Taxa, ni nada que se le parezca?"
Los miembros
de apologetica.org, que presumen de trabajar con rigor, honestidad
y academicismo, faltan a la verdad con sumo descaro cuando
afirman que no hay fuentes mejores. Sí las hay, muchas
y mejores, pero ni ellos, ni sus fuentes de consulta, ni nadie
puede acceder a ellas para comprobar quién tiene razón.
Saben perfectamente en apologetica.org, aunque lo callan en
defensa de sus intereses católicos, que junto a la
biblioteca vaticana existe un edificio contiguo que alberga
el llamado "archivo secreto" --para acceder a su
sala hay que pasar por seis estrictos controles de seguridad,
tres de ellos protegidos por guardias suizos armados--,
al que sólo acceden investigadores debidamente autorizados,
pero que están limitados a trabajar únicamente
con los documentos repertoriados en los catálogos que
se les ofrece. La primera conclusión es que cualquier
documento que no figure en un catálogo no puede solicitarse
para su estudio porque oficialmente "no existe".
Pero no
sólo esto limita --y pone en duda-- el alcance de cualquier
investigación actual al respecto, sino que, a mayor
abundamiento, quienes conocen bien ese archivo secreto saben
que hay muchos anaqueles con documentación que no es
accesible para nadie ya que ¡¡¡está
prohibido revisarla bajo pena de excomunión!!! (tal
como se advierte en cada uno de los anaqueles censurados y
hurtados a la revisión histórica seria). Sin
duda no es casualidad que los cientos de documentos que "no
existen" sean de los siglos XVI y XVII, una época
con demasiados aspectos oscuros y con una corrupción
que la Iglesia sigue queriendo ocultar. Nadie, hoy, sabe que
contienen esos archivos, así que nadie, hoy, puede
afirmar o negar nada de forma tajante respecto a la veracidad
o no de la Taxa Camarae (o de "los documentos
similares" que mis críticos buscaban y, lógicamente,
no han encontrado); tampoco pueden hacerlo, claro está,
quienes en los siglos citados trabajaron en los archivos vaticanos
pero sin poder acceder a un material sin el cual toda conclusión
o afirmación no puede ser más que provisional.
Naturalmente,
no sólo un elevado número de documentos de los
turbulentos siglos XVI y XVII resultan imposibles de revisar
--resultando así "inexistentes"--, tampoco
son accesibles, por ejemplo, cientos de documentos fechados
a partir de 1922 ... inicio del periodo más vergonzoso
de la Iglesia moderna comandada por el mediocre y reaccionario
Pío XI, así como por su sucesor Pío XII,
claros amigos y apoyos del fascismo italiano y del nazismo
alemán. De algunos de los documentos de esa época
se tiene constancia por los originales y referencias encontradas
en archivos fascistas y nazis, pero, sin duda, acceder a los
ahora "inexistentes" documentos haría perder
a la Iglesia esa supuesta dignidad histórica que sólo
mantiene merced a lo que oculta.
La pregunta
que deriva de lo afirmado anteriormente es obvia: ¿si
nadie puede acceder a los archivos que podrían guardar
copia de la Taxa Camarae, es esto una prueba de su
falsedad? Es probable. Pero es igualmente probable que el
documento que dio origen a las publicaciones en libros críticos
o anticlericales fuese una copia del original depositado en
el archivo vaticano y guardada en algún otro lugar
más accesible en un momento determinado... Se puede
especular en el sentido que se prefiera, pero, de momento,
en ejercicio de la pura decencia académica e intelectual,
es imposible afirmar o negar nada. Sólo cuando se puedan
revisar todos los documentos que ahora oculta la Iglesia y/o
se sepa quién y cómo puso en circulación
lo que todavía hoy se conoce como la Taxa Camarae,
estaremos en condiciones de afirmar la veracidad o no del
contenido de este documento.
En cualquier
caso, dado que no tengo el menor interés en dar por
cierto un documento dudoso (pienso, al igual que muchos teólogos
católicos, que la Iglesia de hoy tiene aspectos mucho
peores y más criticables que esa Taxa Camarae),
y que mi objetivo nunca es el de escandalizar, sino el contribuir
a una crítica fundamentada de aquello que abordo, recomiendo
tener por dudoso este documento hasta que no se pueda acreditar
una u otra hipótesis. Si en el futuro se probase indubitadamente
que este documento fuese falso, sería eliminado de
este web, pero justamente por ser dudoso debo mantener la
copia de la Taxa Camarae en el web, para que cada cual
pueda reflexionar sobre las circuntancias que lo envuelven
y, ojalá, pueda aportar un poco más de luz histórica
a la discusión abierta.
************
(1)
En el primer boceto del trabajo de apologetica.org se relacionaban
los sitios en los que aparecía la Taxa Camarae
y entre ellos se citaba: "- Conoceréis la Verdad
( http://www.conocereislaverdad.org ). Sitio de Daniel Sapia.
Tenía un enlace a la Taxa, y en la introducción
hacía la presentación con estas palabras: "En
esta época (año 2001), luego del maquillaje
superficial que el Concilio Vaticano II practicara sobre la
imagen de la Iglesia Católica Romana, es casi inconcebible
suponer que en un pasado no muy lejano, quienes se auto denominan
la "Única Iglesia..." etc. Retiró
el enlace que tenía al sitio de Pepe Rodríguez
(antes de nuestro trabajo). Extraña que, siendo un
sitio "cristiano", haya puesto un enlace a un sitio
cuya literatura es no solo anti-católica, sino anti-Dios,
anti-Cristo y anti-Biblia. Esperamos que, convencido de la
inautenticidad de la Taxa exponga un breve aviso, para reparar
al menos en parte el mal que se hizo. Interesante el dato
que nos aporta sobre la autenticidad de la misma; dice: "...la
Taxa Camarae, [...] no lo leí solo del libro del anticristiano
Pepe Rodriguez sino también en uno del 1800 de Teófilo
Gay (Aunque este último no cita la fuente)". Tal
como ya se ha dicho anteriormente, el propio Daniel Sapia
ha acabado por reproducir en su web el texto de Gay sobre
la Taxa Camarae ( http://www.conocereislaverdad.org/Taxacamarae.htm).
(2)
Ante la negación absurda, hecha por algunos apologetas
católicos, de que la Guardia Suiza vaticana no va armada,
cabe tener en cuenta no sólo la evidencia física
de la realidad de ese cuerpo, apreciable por quienes lo conozcan,
sino lo publicado desde las mismas instancias católicas.
Así, por ejemplo, en el periódico católico
"Cristo Hoy" Año VII N° 398 del 10 al
16 de enero de 2002, editado en Argentina (sede del núcleo
principal de apologetica.org) se dice: "...Y el 14 de
septiembre de 1970 fueron abolidos los Cuerpos armados pontificios,
con excepción de la Guardia Suiza... La propia Gendarmería
pontificia fue convertida en un cuerpo de "vigilantes"
desarmados, aunque más tarde volverían a llevar
armas" (y citan como fuente: "La Iglesia Católica
en la segunda mitad del siglo XX", José Orlandis
Rivera, Ediciones Palabra, Madrid, 1998). A más abundamiento,
fue público y notorio que el 4 de mayo de 1998, en
el apartamento del edificio de la Guardia Suiza ocupado por
el comandante del cuerpo, Alois Estermann (hombre al servicio
de los intereses del Opus Dei), fue asesinado éste,
su esposa Gladys Meza Romero y el cabo segundo Cédric
Tornay por disparos de arma de fuego. El propio portavoz vaticano,
Navarro-Valls (Opus Dei), declaró que el cabo "mató
con su arma reglamentaria a los esposos...". Al margen
de que el Vaticano mintió y ocultó y falseó
pruebas para acusar falsamente al cabo del asesinato, cometido
por santos varones vaticanos de más alta alcurnia,
cabe fijarse en que lo hizo con "su arma reglamentaria"
¿en qué quedamos, van armados o no? Además
de las armas largas automáticas con que cuenta la Guardia
Suiza para la defensa que tiene encomendada, su arma corta
reglamentaria es la Sig Sauer 75 de 9 mm. con cargador de
9 cartuchos, un arma de uso bélico con gran poder de
penetración que parece muy impropia para un lugar como
el Vaticano. El uso y tenencia de armas por los miembros de
la Guardia Suiza lo regula, entre otros, el artículo
38 del Reglamento orgánico disciplinario y administrativo
de la Guardia Suiza pontificia del 28 de julio de 1976.
Origen
del texto denominado Taxa Camarae y atribuido al Papa
León X reproducido en este web
El texto
de la Taxa Camarae reproducido en este web tiene el
siguiente origen: en junio de 1974, durante un viaje de vacaciones
a París, un jesuíta español, que me fue
presentado como padre Martín, con el que coincidí
en un almuerzo en casa de una amiga común, nos habló
del contenido de la Taxa Camarae y, tras escucharle,
le solicité una copia de ese documento, razón
por la que al día siguiente le acompañé
hasta una biblioteca de la Universidad de Le Sorbonne, donde
buscó un libro, me mostró las páginas
en las que aparecía el texto buscado y él mismo
solicitó una fotocopia y me la entregó. Entonces
ese texto era una mera curiosidad que surgió estando
de vacaciones, y estaba muy lejos de mis intereses de la época,
así es que no anoté la referencia de aquel libro
que, según recuerdo, estaba editado en la primera década
de 1900. Antes de abandonar la biblioteca, el padre Martín
solicitó y me fotocopió otro documento muy crítico
con su propia orden, los jesuitas (era un librito de instrucciones
publicado bajo el nombre de Mónita Secreta,
un documento del siglo XVII, conservado en Bruselas). Al regresar,
guardé esas fotocopias y permanecieron olvidadas hasta
que hace unos 15 años aparecieron entre otros muchos
papeles archivados; estaban ya bastante deterioradas, así
que copié su texto, traduciéndolo del francés,
y lo guardé de nuevo hasta que, en 1997, al hacer un
breve comentario sobre el negocio descarado que hizo la Iglesia
en base a las indulgencias, decidí reproducirla como
un pequeño anexo del libro que estaba escribiendo.
Obviamente,
antes de incluirla se la di a leer a un par de teólogos
católicos amigos y me comentaron que "era correcta",
que era uno de los motivos de la ruptura de Lutero. Lo mismo
me respondieron tres historiadores consultados (uno medievalista
y los otros dos de historia de las religiones). No comprobé
nada más, máxime cuando ese documento no tenía
la menor importancia dentro del conjunto del libro de referencia,
y lo di por bueno. Las críticas recibidas desde algunos
teólogos católicos, tras la publicación
del libro, no sólo no pusieron en duda la "autenticidad"
de la Taxa Camarae sino que argumentaron que "ese
documento es del siglo XVI y la Iglesia actual no tiene nada
que ver con ello..."
Aunque,
al reproducir el texto, no tenía la referencia original
de su fuente, ni a mi, ni a los expertos consultados que lo
leyeron nos cupo la menor duda acerca de la autenticidad de
un texto que se daba por publicado en 1517, una fecha, precisamente,
en la que se agudizó hasta el límite el escándalo
de la concesión de indulgencias a fin de recaudar fondos
para la construcción de la basílica de San Pedro
-aunque, en realidad, la mitad de lo recaudado por las promulgadas
en 1514 estaba destinado a pagar las deudas que Alberto de
Branderburgo (arzobispo de Maguncia y encargado de publicar
la bula) tenía con el Banco de los Fugger- y se inició
el enfrentamiento de Lutero contra las indulgencias clavando
sus 95 tesis en la puerta del castillo de Wittemberg.
Hace escasos días (3-12-01), tras recibir un e-mail
con parte de una investigación que sostenía
la falsedad de la autoría de León X respecto
a la Taxa Camarae, volví a recabar la opinión
de los expertos consultados años atrás y todos
se ratificaron en que ya conocían, antes de que yo
se lo mostrara, el contenido del documento denominado Taxa
Camarae y reproducido en mi libro, pero ninguno de ellos
tenía referencia de la fuente original.
En línea
con lo afirmado en el apartado anterior, cabría pensar
que: o bien el documento denominado Taxa Camarae es
falso y ha sucedido lo mismo que con los famosos Protocolos
de los hijos de Sión (1),
que muchos estudiosos en todo el mundo dieron por auténticos
y sirvieron para justificar la masacre de cientos de miles
de judíos --una maniobra de falsificación, acoso
y descrédito que con anterioridad ya había realizado
la Iglesia católica española para justificar
la expulsión de los judíos (2) --,
o lo que ocurre es algo similar a la historia de otros muchos
documentos embarazosos y escandalosos de la Iglesia que han
sido siempre negados y ocultados por ésta, tal como
ha sucedido, por ejemplo, con la falsificación papal
del documento conocido como Constitum Constantini o
Donatio Constantini.
En los
textos clásicos de la historiagrafía católica
se da siempre por auténtica la llamada Constitum
Constantini o Donatio Constantini, que no es más
que un documento criminal, falsificado por el papa romano
hacia el año 754 en connivencia con la corte del emperador
Pipino el Breve. En ese documento, su supuesto firmante, el
emperador Constantino, otorgó grandes propiedades y
desmedidos privilegios religiosos y civiles al papa de Roma...
que sirvieron de base, nada menos, que al imperio que
hoy se personaliza en el Estado Vaticano (refundado en 1929;
desde el punto de vista legal el primer Estado de la Iglesia
debería ser cuestionado ya que se conformó mediante
un acto jurídicamente nulo al instituirse mediante
un documento falsificado por sus beneficiarios). En este caso
nos encontramos ante el ejemplo contrario, la Iglesia católica
falsificó un documento, se lucró como nunca
jamás ha hecho nadie y negó su delito hasta
el siglo XIX (hoy ya no hace falta negarlo, simplemente se
ha olvidado todo el mundo de este episodio).
En fin
¿es la Taxa Camarae una impostura que pretende
lo contrario que los documentos antes aludidos, falsificados
por la Iglesia, y que ha sido originada en el protestantismo
o en el anticlericalismo de los siglos XVIII y XIX? Tal como
se ha argumentado anteriormente, no puede haber una respuesta
definitiva a tal cuestión. Lo que dice el documento
es coherente con lo que vino sucediendo en la Iglesia católica
medieval y que no es secreto para nadie, pero algo bien distinto
es, obviamente, que tal listado de horrores fuese puesto por
escrito y firmado por el papa al que se le atribuye. Antes
de reproducir la Taxa, ninguno de los expertos consultados,
catolicos o no, dudó de su autenticidad --también
la dió por auténtica el jesuita que me entregó
la copia del texto--, por eso lo incluí en mi libro,
aunque como un aspecto muy menor y absolutamente tangencial
(de hecho aparece como anexo porque era demasiado extenso
para quedarse reducido a una nota a pie de página,
que es lo que debió ser). Tampoco, hasta hoy, había
recibido objeción alguna, antes al contrario, de expertos
de diversos países que me han enviado correcciones
y ampliaciones muy meticulosas al contenido del libro donde
fue reproducida, pero sin cuestionarla en absoluto.
*************
(1)
El histórico antisemitismo alemán fue adoptado
también en otros países de Europa central y
occidental y, claro está, en la parte oriental del
continente, donde jamás perdieron vigencia los modos
medievales contra los judíos. En 1881 comenzaron las
masacres organizadas, denominadas pogroms, que fueron
una política gubernamental deliberada para desviar
el descontento social y político de los trabajadores
y campesinos rusos hacia unas víctimas bien diferenciadas.
La difusión de un panfleto de contenido falso, Los
protocolos de los hijos de Sión, que pretendía
revelar una conspiración judía internacional
para dominar el mundo, publicado primero en Rusia, en 1905,
y luego en toda Europa, fue un detonante que, sumado a un
conjunto de elementos sociopolíticos, propició
cientos de miles de muertes sólo en Rusia.
(2)
Entre las dieciocho acusaciones habituales contra los judíos
recogidas por Amador de los Ríos, en 1845, la sexta
señala: "en remembranza de la muerte que dieron
a Jesús, sacrificaban los Viernes Santos a niños
o jóvenes cristianos, poniéndoles en una cruz
y bebiendo de su sangre". Un bulo que trascendió
el terreno de la calumnia para convertirse en causa de persecución
judicial cuando el poder político, siempre subyugado
a la influyente Iglesia, se convirtió en brazo ejecutor
de un delirante odio religioso, racial y socioeconómico.
Así, por ejemplo, Alfonso X el Sabio, en sus Partidas,
VII, XXIV, ley 2, ordenó: "Et porque oyemos decir
que en algunos lugares los judíos ficieron et facen
el día del Viernes Santo remembranza de la pasión
de Nuestro Señor Jesucristo en manera de escarnio,
furtando los niños et poniéndolos en la cruz,
o faciendo imágenes de cera et crucificándolas
cuando los niños non pueden haber, mandamos que, si
fama fuere daquí adelante que en algún lugar
de nuestro señorío tal cosa sea fecha, si se
pudiere averiguar, que todos aquellos que se acercaren en
aquel fecho, que sean presos et recabdados et aduchos ante
el rey; et después que él sopiera la verdad,
debelos matar muy haviltadamente, quantos quier que sean."
Miles de judíos fueron torturados y ejecutados en toda
Europa al ser culpados de crímenes que jamás
cometieron. Cuando un niño cristiano desaparecía
o moría en circunstancias extrañas (ahogado
en un río, por ejemplo), sobre todo en los días
inmediatos al Jueves y Viernes Santos, el populacho -justificado
por la Iglesia y amparado por el poder civil- penetraba en
las juderías y masacraba un sinnúmero de hebreos.
Para desencadenar tal furia, no hacía falta siquiera
que el cadáver apareciese, bastaba con que se extendiese
el rumor de la supuesta desaparición de un niño
para que comenzase el degüello.
Un crimen inexistente, el del llamado Santo Niño de
La Guardia, provocó un proceso inquisitorial, organizado
y dirigido por fray Tomás de Torquemada en 1491, que
desembocó en el decreto de 1492 por el que fueron expulsados
de España todos los judíos no bautizados. El
proceso y las detenciones de judíos y conversos por
el supuesto rapto y asesinato del Niño de La Guardia
-al que los testigos dieron nombres y edades muy diversas
y cuyos restos jamás aparecieron- comenzó en
diciembre de 1490 y, según las declaraciones de los
acusados, obtenidas bajo tortura, naturalmente, éstos,
por indicación del gran rabinazgo francés (¿¡!?),
pretendieron causar la muerte de los inquisidores envenenando
el agua de las fuentes mediante una mezcla hecha con la sangre
del niño y una hostia consagrada que habían
robado.
Intercambio
de correspondencia con un representante de apologetica.org
(Nota:
la correspondencia que se presenta aquí mantiene los
textos originales completos, mientras que la presentada en
el web de apologetica.org ha eliminado con descaro todo cuanto
no les convenía).
De: "Nino
Mendoza" <ninomendozaxx&yahoo.es>
Para: <emaaxx&pepe-rodriguez.com>
Asunto: Material para su información (Taxa)
Fecha: domingo, 09 de diciembre de 2001 10:42
Estimado
Sr. Rodriguez: Gracias por su atento mensaje.
El material que viene al fin del mismo no me es extraño,
pertenece al trabajo de investigación que estamos haciendo.
El contenido de ese trabajo, en la versión que usted
me envía, está recortado y cambiado (desconozco
quién se lo ha hecho llegar. La versión que
se quiere publicar va aquí adjunta en su sustancia,
y podría sufrir cambios y actualizaciones.
Le pediría que lo lea atentamente y nos haga saber
su opinión lo más pronto posible.
Mientras tanto permítame decirle que es mi parecer
que, si los sentimientos manifestados en su mensaje son auténticos,
y sobretodo si usted está
dispuesto, basado en la documentación que le adjunto,
a retratactarse de modo conveniente, esto podría cambiar
los planes de publicación y de divulgación que
al momento estamos considerando [volver]
. Creo le interesará saber que, dada la grave calumnia
diseminada por todos lados con la publicación de ese
documento atribuído a un Papa, y dado que, a juzgar
por los datos que se aportan, no se tiene ninguna prueba de
su autenticidad, los responsables de esta investigación
tienen pensado dar a sus conclusiones toda la resonancia posible,
particularmente en el ámbito ibérico; la razón
es que desde el punto de vista científico y, más
aún, desde un punto de vista ético, es muy grave
publicar un documento denigrante y atribuírselo a una
persona pública, que en este caso representa a millones
de personas, sin tener la más mínima prueba,
o bien basados en que "un tal documento está en
consonancia con la época". Con respecto a sus
amigos historiadores y teólogos, tal vez ellos le puedan
dar una mano: si le aseguraron a usted a ciencia cierta y
sin sombras de duda que tal documento existía, es de
pensar que alguna prueba tangible tendrían. Háganos
llegar la referencia que ellos le den, y con gusto la comprobaremos.
Hay algo importante: usted parece exigir, para el retiro de
dicho documento de sus publicaciones y para la oportuna retractación,
que se le presente a usted autor, fecha y circunstancias de
la verdadera producción del documento. Esto, con poco
que se piense, es completamente absurdo. No somos nosotros
los que debemos urgar por toda la literatura del mundo producida
en los últimos quiñentos años para ver
si encontramos al autor de un documento que nadie sabe de
dónde viene, de qué año es, ni cómo
se llama (los datos que usted da, a saber, León X,
1517 y Taxa Camarae no resultan en ningún sentido).
Por el contrario, es usted quien da a conocer el documento
y el que debe procurar la fuente verificable antes de publicarlo,
o al menos, como en este caso, sacarlo de circulación
inmediatamente por no tener la fundamentación oportuna.
No creo sea necesario extenderme más en algo tan evidente,
sobretodo para una persona que, a juzgar por su curriculum,
conoce perfectamente el proceder científico.
Le pediría la gentileza de hacernos llegar las eventuales
fuentes de ese documento lo más pronto
posible, de modo que podamos echar un poco de luz sobre esta
situación con la madurez que pide el caso.En la eventualidad
de que no haya fuentes serias y verificables, le pediría
nos comparta cuáles serían los pasos a seguir
de parte suya, para aclarar al gran público sobre la
falsedad del documento.
De más está decir que usted puede obrar como
mejor le parezca mejor, y dar oídos o no al material
que le presentamos. Simplemente es nuestra intención
cooperar con usted, en lo posible, a que esta situación
calumniosa provocada por sus publicaciones pueda concluirse
para bien de todos.
El material que le envío hace relación a material
externo, que será disponible al momento de la
publicación en la red. También hay alusiones
a estractos de su correspondencia con el Sr. Tapfer y con
quien le habla que serán oportunamente referenciadas.
Atentamente,
N. Mendoza
****************************
De: "Pepe
Rodríguez" <emaaxx&pepe-rodriguez.com>
Para: "Nino Mendoza" <ninomendozaxx&yahoo.es>
Asunto: Re: Material para su información (Taxa)
Fecha: lunes, 10 de diciembre de 2001 1:27
Estimado
sr. Mendoza,
tal como considero que es justo y necesario, en mi web he
incluido las aclaraciones oportunas y he añadido lo
fundamental de su investigación.
Creo que no tiene objeto eliminar ahora esta página
de mi web ya que manteniéndola se permite que quienes
la visitaron o leyeron mi libro puedan contrastar los datos
de su probable falsedad. Pero ni antes ni ahora tengo el menor
interés en mantenerla, insisto en que es un tema absolutamente
menor e insignificante dentro de mi critica a la Iglesia (en
cualquier caso, suponen una muestra de corrupción muy
superior, a mi juicio, sucesos actuales como el caso del encubrimiento
de una red de menores en la diócesis de Barcelona,
creo que más que suficientemente documentado, o los
casos de las violaciones de monjas... y decenas de otros asuntos
tremendamente importantes).
Por mi parte, intentaré averiguar, tan pronto me sea
posible, cual fue el origen de una cadena de reproducciones
de este texto que quizá comenzó en época
de León X o tal vez hacia el siglo XVIII.
También celebraré que ustedes intenten ser más
objetivos en sus apreciaciones. Dicen, por ejemplo: (curiosamente,
la Taxa es una de las pocas cosas que de su libro el Sr. Rodríguez
publica en el sitio web de su autoría, permitiendo
así que cualquier persona en el mundo conozca la invención
monstruosa que el Sr. Rodríguez, sin ningún
escrúpulo, atribuye al Papa León X). En primer
lugar, seguro que no desconocen que de mi libro "Mentiras..."
hay en total 443 kb de información frente a los 50
Kb que dedica a la Taxa. No es, por tanto, "de las pocas
cosas", sino todo lo contrario. Veo que lo que me acusan
a mi define mucho mejor al autor de tamaña manipulación.
Por otra parte, es obvio, para ustedes y para mi, que la reproducción
de la Taxa no es una "invención monstruosa"
mia, no tengo la imaginación ni la mala fe de muchos
eclesiásticos, sino que se limitó a la reproducción
de un documento que creí verdadero, así como
también los expertos que consulté. Si alguien
busca alguna "invención monstruosa" las encontrará
tanto dentro como fuera de la Iglesia, pero no en mis libros
(puedo equivocarme, pero jamás mentiré a sabiendas)...
por ejemplo podríamos empezar por la falsificación
de los hallazgos de la excavación arqueológica
que concluyó con la declaración papal de que
san Pedro anda enterrado por donde se le adora. Creo que mentir
a sabiendas para hacer un negocio descarado debe ser pecado,
máxime si lo hace un papa ¿o no?.
En fin, les agradezco su crítica, pero les ruego que
se mantengan en el marco académico, porque la Iglesia,
por desgracia (y lo digo sinceramente, créame), no
es la institución que más puede alardear de
honestidad.
Atentamente.
Pepe Rodríguez
http://www.pepe-rodriguez.com
****************************
De: "Nino
Mendoza" <ninomendozaxx&yahoo.es>
Para: "Pepe Rodríguez" <emaaxx&pepe-rodriguez.com>
Asunto: Mensaje recibido
Fecha: lunes, 10 de diciembre de 2001 16:49
Sr. Rodríguez:
acuso recibo de su mensaje, y de lo publicado por usted en
su sitio (al día de la fecha,10/12/01). Nos alegra
poder arrojar algo de luz sobre el tema. Nuestra publicación
se hará esta semana, si Dios quiere. Lamento lo de
"las pocas cosas", pero si uno vé el índice
temático de su libro en la red, allí aparecen
pocas cosas accesibles en linea, entre otras la Taxa. De todos
modos, esa afirmación será sacada del escrito.
Cualquier observación que le parezca pertinente será
sinceramente agradecida.
En otro orden de cosas, no decimos en ningún lugar
que la Taxa sea su invención (aunque faltando toda
prueba en contrario, muy bien se podría pensar). Si
se comprueba, por otro lado, la única fuente más
antigua que sus fotocopias hasta el día de la fecha,
a saber, un supuesto libro de Teófilo Gay (no sabemos
que libro, y en cualquier caso no lleva tampoco la fuente,
según parece) entonces quedará claro que no
la inventó usted. Sin embargo, y una vez más,
atribuir a alguien -como usted lo hace- un documento de ese
calibre sin ninguna prueba en absoluto es, académicamente,
una monstruosidad, y dígame usted si me equivoco o
hay una palabra más apropiada. La apelación
que usted hace una y otra vez a "sus amigos teólogos
e historiadores" puede servir -de hecho así es-
para mostrar de dónde habría sacado usted sus
"pruebas" sobre la veracidad de tal documento, pero...
trate usted de usar semejantes "pruebas" para fundamentar
algún punto de la tesis doctoral que está preparando,
y veremos si los Dr. Casas Aznar y Cornejo Alvarez lo aceptan.¿Porqué
lo debe aceptar el resto del mundo?
Las acusaciones que usted constantemente hace a toda la Iglesia
Católica en bloque y de todos los tiempos de ser poco
menos que la corrupción infinita encarnada es muy impertinente.
¿No le parece una generalización un tanto infantil?
Por eso, su petición de que "nos mantegamos en
el marco académico", al margen de parecernos muy
acertada, la esperamos también de parte suya: en este
contexto no entiendo del todo qué tienen que ver con
la Taxa... Pepino el Breve, la Donatio Constantini (nos ocuparemos
de esto también), el tráfico de niños
en Barcelona, las violaciones de monjas, la Monita Secreta,
los Protocolos de los Sabios de Sión, la expulsión
de los judíos no bautizados de España o los
huesos que están bajo la basílica de San Pedro.
Para serle honesto, semeja el hilo argumentativo de los Testigos
de Jehová y otras sectas.
Atentamente,
Nino M.
****************************
De: "Pepe
Rodríguez" <emaaxx&pepe-rodriguez.com>
Para: "Nino Mendoza" <ninomendozaxx&yahoo.es>
Asunto: Re: Mensaje recibido
Fecha: martes, 11 de diciembre de 2001 10:35
Sr. Mendoza,
Tal como puede comprobar por todos los índices de mis
libros que aparecen en mi web, la intención no es que
estén accesibles en línea, ni mucho menos, quien
se interese por alguno puede buscarlos en una biblioteca o
en una librería o en ninguna parte. Mis libros sólo
están en papel y pronto estarán en formato e-book,
pero decidí dar acceso en la red a determinados capítulos
o fragmentos o resúmenes. Eso es todo, y sin duda es
muchísimo más de lo que ofrecen las webs de
los miles de autores que hay en la Red.
Me permitirá que le contradiga, pero cuando en su trabajo
se afirma "la invención monstruosa que el Sr.
Rodríguez..." es obvio que se me está acusando
de haber inventado ese documento y esa es una acusación
no sólo grave sino indigna de quienes trabajan con
la minuciosidad que lo hacen ustedes y, además, demuestra
absoluta mala fe cuando conocen que existe la tal cita del
1800 del tal Teófilo Gay (aunque sea sin referencia).
Por mi parte tengo una copia de todo un librito en el que
aparece la Taxa, fue editado en Barcelona en 1936 y es radicalmente
anticlerical (un ejemplar típico de esos días
en España), tampoco da referencia de la fuente y reproduce
fielmente el texto que yo había fotocopiado en francés,
pero, en cualquier caso, no es nada relevante, me interesa
ir mucho más allá. Quiero saber quién
fue el autor de ese documento, lo demás no me importa
en absoluto. Pretender que yo lo inventé, como siguen
diciendo ustedes, es una total cretinez, pero ustedes son
muy libres de difamar como les venga en gana.
Sin duda, atribuir el tal documento a quien, en principio,
no parece ser su autor, es un error (aunque el documento reproducido
era cierto -quizá no real- y fue confirmado por fuentes
académicas que se supone saben muchísimo más
que yo), pero hablar de "monstruosidad académica"
es andar por caminos interesadamente errados, primero porque
saben, o deberían saber antes de criticar, que mi libro
no se trata de un "trabajo académico" sino
de uno divulgativo (aunque, en la forma con que trabajo, debe
tener la misma seriedad de contenido que uno académico,
pero con otro lenguaje y con menos revisión sistemática
de bibliografía y fuentes diversas... que puede inducir
a un presunto error grave como el que nos ocupa, cierto, pero
podemos encontrar este defecto en miles de libros de historiadores,
teólogos y otros padres de la patria académica;
no soy el único pecador, aunque el pecado de otros
no redime el mío... si es que lo es, que ya se verá
en su día). Entrando en su campo de trabajo, ¿no
deberían considerarse también una "monstruosidad
académica" buena parte de las falsas atribuciones
de autoría a textos bíblicos que han caracterizado
los trabajos, particularmente católicos, hasta hace
bien poco e incluso hasta hoy? ¿No deberían
ser tan o más "monstruos" que yo todos esos
insignes sabios católicos de todos los tiempos que
fueron incapaces de distinguir los muchos textos bíblicos
que no fueron escritos por el autor que pregonaron? ¿No
deberían ser algo así como seres abyectos, según
su criterio, los cientos de sabios que no supieron reconocer
la diferencia entre el Isaías y el Deutero-Isaías?
¿No rayarían la demencia o el despropósito
quienes leyeron en forma futura el texto escrito en pasado
de Is 7 con el fin de justificar la a todas luces imposible
profecía del Emmanuel? ¿Qué decir de
los sabios, académicos y doctores católicos
que de las tres almah que hay en el A.T. sólo
tradujeron por "virgen" la de Is 7 (para casarla
con la profecía imposible) mientras que las otros dos
se tradujeron por su término correcto de doncella o
muchacha? Mire usted, si hay que hablar de académicos
que han mentido y mienten a sabiendas para defender su visión
creyente, le puedo dar miles de nombres. Puede comenzar por
leerse el Catecismo oficial de la Iglesia y compararlo con
las Escrituras. Es probable que yo me haya equivocado, pero
jamás mentiré a sabiendas tal como reconoció
hacerlo el propio Pablo (acusado de emplear engaños
para defender su visión del cristianismo, se justificó
diciendo: «Pero si la veracidad de Dios resalta más
por mi mendacidad, para gloria suya, ¿por qué
voy a ser yo juzgado pecador» (Rom 3,7) y como es propio
en muchos de sus seguidores. Puedo tener muchos defectos,
pero jamás caeré en este tipo de aberración.
Así es que, si le place, le ruego que revise su texto
y elimine los insultos gratuitos que en él hay, no
porque me ofendan, sino porque desmerecen su pretendida objetividad.
En otro aspecto, le aseguro que mi tesis doctoral no apela
a vagedades -no es una mera revisión bibliográfica
ni un compendio de teologías académicas-, se
basa en una investigación estadística muy compleja
y uno de mis directores es uno de los metodólogos más
estrictos y exigentes que puede encontrarse. Y por mucho que
le fastidie a alguno de los redactores del texto que leí,
seré doctor cuando me de la gana terminar con mi investigación
(cosa que, dicho sea de paso, no implica ni garantiza absolutamente
nada, conozco a muchos doctores que son de una burrez infinita,
casi milagrosa).
Dice "Las acusaciones que usted constantemente hace a
toda la Iglesia Católica en bloque y de todos los tiempos
de ser poco menos que la corrupción infinita encarnada
es muy impertinente. ¿No le parece una generalización
un tanto infantil?". Sería infantil si fuese cierto
lo que dice, pero resulta que en mis libros suelo matizar
lo suficiente, pero resulta curioso que los creyentes más
radicales (debería usar otro término, pero estoy
de buen humor), que no han leído mis libros, me hacen
la misma acusación que usted, mientras que los que
han seguido mi obra opinan lo contrario. En cualquier caso,
cada cual es libre de opinar lo que quiera. Pero, conociendo
muy a fondo muchas instituciones actuales y pasadas, debo
confesarle con dolor que sí, que pienso, como muchos
otros, que jamás ha existido una institución
tan corrupta como la Iglesia católica (su cuerpo de
gobierno, claro) y ello es perfectamente compatible con los
muchos miles de hombres y mujeres maravillosos que dan la
vida por los otros en todo el mundo. Dentro de la Iglesia
cabe todo esto y más; yo tengo el derecho y el deber
de criticar lo uno y, también, de apoyar lo otro, cosa
que hago mandando importantes sumas de dinero a sacerdotes
católicos que están haciendo una importante
labor en Latinoamérica o en la India. Es probable que
esté equivocado, pero sin duda no lo estaré
menos que la caterva de católicos fanáticos
que piensan que todos sus críticos son idiotas asilvestrados
y manipuladores. Es bien posible que el dios católico
guste poner a unos frente a otros, como en un espejo, para
intentar compensar las aberraciones intelectuales que arrastramos
como monos presuntamente pensantes.
Por otra parte, como parece ser que no hay más falsificaciones
que las que se hacen contra la Iglesia, los ejemplos que añado
sólo son un ínfimo indicio de la calidad falsificadora
de la propia Iglesia. Falsificaciones que producen toneladas
de millones en moneda contante y sonante (alguno de ustedes
tuvo la desfachatez de acusarme de falsificar la Taxa para
ganar dinero... ya lo dice el refrán: cree el ladrón
que todos son de su misma condición). Ustedes insinúan
mi falta de honestidad o mi corrupción en beneficio
de quien sabe qué intereses, pues bien, los casos mencionados
de abusos sexuales y su encubrimiento por la cúpula
clerical es otro pequeño ejemplo. ¿que le parece
que tales insignificancias "semejan el hilo argumentativo
de los Testigos de Jehová y otras sectas"? Pues
mire que le vamos a hacer, quizá convenga pensar en
que mientras hay cientos de sacerdotes católicos condenados
por abusos sexuales... no los hay entre Testigos de Jehová,
esos pobres seres (que así dicen verlos desde la prepotencia
institucional católica; véase los "trabajos"
sobre sectas de los "expertos" católicos,
que, salvo excepciones, son pura catequesis que reproducen
decenas de mentiras y carecen de la menor reflexión
psicosocial seria), quizá argumenten patéticamente
-tan mal como lo hago yo, según ustedes- pero son bastante
más honestos que una parte notable de sus colegas (según
la Universidad de Salamanca, el 10% de los abusos sexuales
cometidos en España lo han sido por sacerdotes; la
referencia de esa investigación académica es
bien conocida).
En fin, tengo demasiado trabajo para proseguir con discusiones
bizantinas.
Creo que hemos entrado en la vía de aclarar lo que
debía aclararse y eso era lo único importante,
lo demás, paja mojada.
En cualquier caso, si como me dice en otro mail, en su artículo
incluye fragmentos de mi correspondencia privada con el señor
Tapfer, debo sugerirle que se limite a reproducir, sin descontextualizar,
sólo la que he mantenido directamente con usted. Mi
punto de vista queda claro y así debe seguir, del mismo
modo que el suyo queda patente en mi web. Otra cosa sería
manipulación en busca de intereses bastardos que, supongo,
no están en su horizonte personal.
Un fuerte abrazo,
Pepe Rodríguez
http://www.pepe-rodriguez.com
****************************
De: "Nino
Mendoza" <ninomendozaxx&yahoo.es>
Para: "Pepe Rodríguez" <emaaxx&pepe-rodriguez.com>
Asunto: en contacto
Fecha: sábado, 15 de diciembre de 2001 16:06
Estimado
Sr. Rodríguez: he estado viajando estos días,sabrá
disculpar la tardanza de mi respuesta. Le haremos llegar en
breve el resultado final de nuestro pequeño estudio,
con nuevo material, que se publicará en la red. También
hemos sacado lo que podía resultar hiriente a su persona
(no es nuestra intención en absoluto) siguiendo sus
sugerencias y una lectura más atenta del artículo.
El juicio de valor académico y ético queda firme.
Ni siquiera hemos obtenido ninguna información sobre
la supuesta publicación de la Taxa en algún
libro de Teófilo Gay. Hemos buscado sus libros aunque
sin resultado. Habrá que seguir insistiendo oportunamente.
Sin duda será interesante si podemos dar con el autor.
De todos modos, como usted mismo nota, el único valor
que tendría la información en los libros de
Gay es mandar la Taxa un siglo para atrás, ya que según
los datos que manejamos, en los libros de Gay no habría
tampoco ninguna alusión a ninguna fuente.
Hemos obtenido la autorización del Sr. Tapfer para
publicar la correspondencia tenida con usted, y que él
gentilmente nos ha hecho llegar: notablemente, le pareció
bien a él mismo hacerla conocer, tal vez por haberse
sentido defraudado por la Taxa (que él blandió
contra un buen número de católicos por un tiempo
considerable). En la publicación de dicha correspondencia
hemos conservado solo lo que tiene relación directa
o indirecta al único asunto que nos ocupa: la autenticidad
de la Taxa como documento emanado del Papa León X.
Una vez más, cualquier sugerencia será bienvenida.
Lo saludo atentamente, y le deseo tenga un buen tiempo natalicio.
Nino Mendoza
|
Investigación
bibliográfica que pretende refutar la autoría por
parte de León X de la Taxa Camarae y afirma la presunta
falsedad de este documento [volver]
Redacción
de Apologetica.org
La bibliografía
consultada
1. Fuentes para
los documentos papales
- Bullarium,
Diplomatum et Privilegiorum Sanctorum Romanorum Pontificum, editada
por Gaude, desde 1857 al 1882; treintaicuatro volúmenes,
todos los documentos desde San Pedro al 1829; los documentos de
León X están en el Volumen V, Turín (1860)
pp. 537-775. Aquí están todos los documentos relevantes,
en su versión original latina, con fecha, circunstancias
y cualquier otro dato de interés. De aquí tomamos
la lista que aparece más adelante, y aquí recorrimos
documento por documento.
- Hay una edición
más antigua, la Collectio bullarum et constitutionum de Giusto
Fontanini, Roma (1752). Trae lo mismo que el anterior sobre León
X.
- Más
antigua aún: Compendium Bullarii, de Flavio Cherubini, Roma
(1623): lo mismo.
- Más
atrás aún: Bulle diversorum Pontificum incipiente
Ioanne XXII usque ad Paulum Papam III, de Luis Gomes, Roma (1542):
lo mismo.
- Hemos visto
otras colecciones, antiguas y recientes, que podemos investigar,
en la eventualidad de cualquier sugerencia bibliográfica
que se nos haga llegar.
Hacemos notar
que son fuentes de primera clase, editadas en los siglos XVI, XVII,
XVIII y XIX. No existe nada mejor, salvo los mismos archivos, que
fueron estudiados por estas colecciones, y por los autores que se
citan más abajo. Por otro lado, los documentos salían
en copias, no se trataba de un solo ejemplar. ¿Cómo
puede ser que ninguna colección de bulas y documentos realizada
por históricos en base a decenas de archivos de decenas de
bibliotecas de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX no traiga ninguna
mención de ninguna Taxa, ni nada que se le parezca?
2. Historias
de la Iglesia
- Manual de
la Historia de la Iglesia, de Hubert Jedin, Tomo V (Barcelona, 1972).
Todo el "manual" son diez volúmenes. Nada sobre
un documento semejante.
- Historia
de la Iglesia, de Flichte-Martin, Tomo XVII (el volumen completo
está dedicado al tiempo de León X). Toda la obra son
treinta volúmenes. Hemos buscado pacientemente sin encontrar
ninguna pista.
- The Oxford
Encyclopedia of the Reformation, en cuatro volúmenes, nuestro
Papa en el volumen 2. Nada sobre el tal documento.
Note el lector
la envergadura de estas obras. Si alguien nos señala una
obra de igual o mayor importancia que las mencionadas, vamos a consultarla
inmediatamente.
3. Obras especializadas
- Geschichte
der Päpste seit dem Ausgang des Mittelalters (1305-1799), de
Ludwig Pastor, diesiseis tomos en veintidós volúmenes,
Freiburg/Brsg., 1886-1933. Se puede ver una biografía -en
alemán- y un resumen de la actividad gigantesca de este historiador
en el artículo del Biographish-Bibliographishes Kirchenlexicon.
Hemos consultado, además de la versión alemana, varias
otras versiones más al alcance del publico en general, que
se pueden ver en las bibliotecas importantes: la versión
en inglés The History of the Popes, Consortium Books (USA)
1908, volumen VII (son cuarenta en esta versión); la italiana
Storia dei Papi, donde todo el volumen IV (Roma, 1960) está
dedicado exclusivamente a León X (577 páginas de formato
grande); la versión en español Historia de los Papas,
los volúmenes VII y VIII (Barcelona, 1911), enteramente dedicados
a León X.
La Columbia
Encyclopedia resume así la obra historiográfica de
Ludwig Pastor:
1854–1928, German
historian. The author of the monumental and authoritative History
of the Popes from the Close of the Middle Ages (40 vol., tr. 1891–1953),
he combined a Roman Catholic bias with the most painstaking scholarship
and erudition. He was privileged with access to the secret archives
of the Vatican, and his history, largely based on hitherto unused
documents, supersedes all previous histories of the popes. Pastor’s
theme is that the shortcomings of the papacy have reflected flaws
of the age. Although not an unqualified defender of Catholicism,
he has been criticized for lack of objectivity. He was Austrian
minister to the Vatican from 1921.
Con respecto
a la crítica que algunos le hacen por "falta de objetividad"
(como en la dicha Enciclopedia), vale la pena notar que esto se
podrá referir -en caso de que la acusación tenga motivos,
cosa que dudamos con buenos fundamentos- a la interpretación
de los hechos que Pastor hace; después de todo, el análisis
de los hechos es siempre algo muy subjetivo; pero esto de ningún
modo significa que llegase por ejemplo a callar la existencia de
un documento semejante, lo cual iría contra su misma naturaleza.
Pastor era un historiador nato. Nadie puede dudar de la veracidad
de sus estudios: estuvo dieciséis años investigando
en los archivos secretos del Vaticano y del Laterano, y recorrió
más de doscientas ciudades de Europa y sus más importantes
archivos (puede verse por ejemplo el The Oxford Dictionary of the
Christian Church, 1997, al voz "Pastor Ludwig von", p.
1229). The Oxford Encyclopedia of the Reformation que citamos más
arriba dice en la bibliografía de las páginas 418-419
que la obra de Pastor sobre los Papas es "la mejor historia
del Pontificado de León X" ("the best account of
Leo's Pontificate").
El Grande Dizionario
Enciclopedico UTET (obra de veintisiete volúmenes), volumen
XV, Turín (1989) p. 557 dice de Pastor (traducimos del italiano,
resaltado nuestro):
La obra de Pastor
representa una mole de estudio muy notable; la tesis católica
del autor no le impide de exponer y criticar con toda libertad lo
obrado por algunos Papas del Renacimiento, mientras que la riqueza
de documentación le permite corregir muchos de los prejuicios
más comunes, sobretodo de parte de los protestantes.
En su obra,
Pastor trata las finanzas, las indulgencias, la reforma, la vida
de la curia, los documentos, la política, el clero, etc.
bajo el pontificado de León X. No hay aspecto que no haya
sido tratado, en base exclusivamente a documentos.
Pues bien,
Pastor desconoce absolutamente la supuesta Taxa Camarae y no da
indicios de ningún otro documento que se le parezca siquiera
remotamente. No solo eso. En su obra encontramos estas conclusiones:
Las bulas pontificias
[de León X] expusieron la doctrina de las indulgencias con
absoluta exactitud dogmática (volumen VI, p. 304). Las bulas
pontificias acerca de la indulgencia, no ofrecían fundamento
ninguno para estas tesis [los abusos del predicador Tetzel]. (idem,
p. 315).
- Vita e Pontificato
di Leone X, de Guglielmo Roscoe, Milán (1817), una obra de
doce volúmenes exclusivamente dedicada a León X. El
tema de las indulgencias y la reforma en el volumen V. Ninguna alusión
a ningún documento del estilo de la Taxa.
- Geschichte
der Päpste de Franz X. Seppelt, en seis volúmenes. León
X está en el volumen IV, München (1957). Nada sobre
la supuesta Taxa ni sobre ningún documento que se le parezca.
- Dizionario
Storico del Papato, preparado por Ph. Levillain, en dos volúmenes,
Milán (1996). Allí en la voz "Leone X" encontramos
nada sobre la Taxa.
- Enciclopedia
dei Papi, editada por el Istituto della Enciclopedia Italiana (2000,
tres volúmenes). Tomo 3, pp. 42-64: todo sobre León
X (la obra no es religiosa sino "laica"). Resultado: ninguna
mención a nada que se le parezca.
- Enciclopedia
dei Papi, dirigida por Giuseppe Alberione, dos volúmenes,
Catania (1964). Nada.
- The Medici
Popes, de Herbert M. Vaughan, Washington/London (1908, re-impreso
en 1971). Lo correspondiente a León X en las pp. 100-284.
Aunque es muy franco sobre los elementos de decadencia de la época,
ninguna mención a un documento semejante.
- Hay obras
especializadas sobre León X en latín, francés
y alemán, de los siglos XVII al XX. De estos hemos revisado
los respectivos "índices de documentos citados en la
obra", y no hay ninguna Taxa Camarae.
4. Otras obras
- Handbuch
der Europäischen Geschichte de Theodor Schieder, ocho volúmenes.
Nuestro Papa en volumen III, Stuttgart (1979). Nada.
- Damos fe
que hemos consultado otras obras monumentales sobre la historia
de Italia y de Roma, escrita por diversas instituciones, algunas
absolutamente a-religiosas. Hemos consultado historias del derecho
canónico en sus fuentes. No encontramos ninguna alusión
a dicho documento. Las críticas que se hacen sobre el asunto
de las indulgencias se dirigen, en todas las obras consultadas,
a los abusos en la aplicación de la doctrina que se daban
en determinados lugares. Ninguna obra testifica ningún documento
de León X que manifieste siquiera algo de la corrupción
que muestra la Taxa.
Las conclusiones
de la investigación
PRIMERA CONCLUSIÓN:
La Taxa Camarae no existe, es un fraude.
León
X, Papa desde 1513 a 1521 (se puede ver el artículo sobre
su vida -en inglés- en "The Catholic Encyclopedia")
firmó los siguientes documentos (bulas y decretos; los citamos,
como es costumbre, con las dos o tres palabras iniciales del documento
original, en latín):
1513
Dum singularem 19/03
Etsi a summo 4/07
Sedis Apostolicae 15/08
Dum suavissimos 5/11
Pastorali officii divina 13/12
Apostolici regiminis 19/12
1514
Merentur vestrae 2/01
Supernae dispositionis 5/05
Etsi pro cunctarum 28/06
1515
Regimini universalis 4/05
Inter multiplices 4/05
Inter solicitudines 4/05
Inter graves 25/05
Cum sicut nobis 29/05
Summi bonorum 16/07
Salvatoris nostri 19/07
1516
Temerariorum quorumdam 13/03
Constituti iuxta 16/03
Ex debito 29/08
Romanus Pontifex 1/10
Inter curas 2/11
Pastor aeternus 19/12
Supernae maiestatis 19/12
Inter alia 19/12
1517
Inhaerendo vestigiis 19/02
Pacificus et aeternus 1/04
Ite et vos 29/05
Licet felicis 12/06
Intelleximus quosdam 13/11
Licet alias 6/12
1518
Nuper in sacro 1/03
Romani Pontificis 1/09
Intelleximus quod 14/12
1519
In supremo Apostolicae 1/03
Excelsus Dominus 1/05
Quam Deo 23/7
Dudum cum 1/09
Pastoralis officii debitum 10/09
Dudum per nos 10/12
1520
Cum Sixtus 3/01
Pastoralis officii debitum quo 18/1
Omnes quidem 23/01
Illius qui caritas 28/01
Salvator noster 19/05
Exurge Domine 15/06
Pastoris aeterni 6/10
1521
Decet Romanum 20/01
Honestis petentium 15/02
Licet per alias 25/03
In apostolicae dignitatis 22/06
Ex supernae dispositionis 11/10
Estos son todas
las bulas y decretos importantes que firmó León X.
Al respecto
notemos:
1.- Las fuentes
de este listado se pueden ver en la bibliografía consultada
(ver más arriba); son las colecciones que se hacen en base
a los documentos de archivo.
2.- La lista
fue confeccionada por gente del EIE, no está tomada de ningún
otro lado. Como verá el lector, no hay ningún documento
llamado Taxa Camarae. Pero "tal vez se trate de un nombre puesto
a posteriori, en consideración del contenido"... Podría
ser, por lo cual revisamos todos y cada uno de los documentos de
1517. Resultado: Nada parecido a la Taxa Camarae. Pero tal vez -se
podrá pensar- se trata de un documento de otro año".
Concedido. Revisamos todos y cada uno de los documentos del papado
de León X. La conclusión es siempre la misma: Nada
ni siquiera parecido a la Taxa Camarae.
3.- Recorriendo
el material emanado de León X, encontramos, al contrario,
documentos de reforma de la situación eclesial, reformas
que - como declaran los históricos (consultar la bibliografía
citada) - no fueron llevadas a la práctica debidamente, y
eso fue sin duda una de las causas del estallido de la "reforma"
protestante. Por ejemplo: en el Supernae dispositionis, en los incisos
16, 34-37, de León X, se lee (lo que va entre [] es nuestro,
la traducción es nuestra):
16.- [está
hablando de los cardenales] ...quienes, por su mismo estado, deben
sobrepasar a los demás cristianos en la limpieza de sus vidas
y el esplendor de sus virtudes. Por lo cual no solamente les exhortamos
y amonestamos, sino que establecemos y les mandamos [...] que según
la doctrina de los Apóstoles de tal modo vivan sobria, santa
y castamente que se abstengan no sólo del mal, sino hasta
de toda apariencia de mal, y así brillen ante los hombres
por sus buenas obras y den culto a Dios sobre todas las cosas. Que
todos sean vigilantes en el espíritu y atentos a la celebración
del oficio divino y de la Santa Misa, y conserven sus capillas e
iglesias del modo que pide la naturaleza del lugar, como ha sido
la costumbre desde siempre. Que las casas de los cardenales, sus
familias y sus mesas no sean un testimonio de fasto y pompa, ni
de nada superfluo ni de cualquier manera reprensible, de modo que
no den con ello causa alguna de pecado y de exceso, sino que, al
contrario y como corresponde a su oficio, puedan convertirse en
un verdadero ejemplo de modestia y frugalidad.
[...]
34.- Para que
particularmente los clérigos vivan de modo casto y continente,
según lo prescriben los cánones, establecemos que
los que obren contrariamente sean castigados estrictamente, según
los cánones. [En la supuesta Taxa se lee, por ejemplo: "El
fraile que por su mejor conveniencia o gusto quisiere pasar la vida
en una ermita con una mujer, entregará al tesoro pontificio
45 libras, 19 sueldos"]
35.- Si alguno,
sea este laico o clérigo, fuera culpable del crimen por el
cual viene "la ira de Dios sobre los hijos de la desobediencia"
(Ef 5,6) [son las inmoralidades sexuales], sea castigado tanto por
los sagrados cánones como por la justicia civil.
36.- Los concubinos,
sean laicos o clérigos, sean penados por los mismos cánones,
y que de ningún modo sean excusados de sus pecados ya por
la tolerancia de sus superiores, ya por la mala costumbre iniciada
-cosas ambas que mejor llamaríamos "depravación"-
ya por cualquier otra excusa, sino que sean castigados severamente
según lo prevé el derecho [...]
37.- Y para
que las manchas y pestes de la nefasta simonía [compra de
los cargos eclesiásticos, viene de Simón el mago que
quiso comprar a los Apóstoles el poder de hacer milagros;
ver Hechos 8, especialmente v. 18] no sólo sean definitivamente
expulsadas de la Curia Romana, sino también de toda institución
cristiana, renovamos con la presente los decretos de nuestros antecesores
y las constituciones de los Concilios que se han declarado todos
contra los tales simoníacos y ordenamos que las mismas leyes
sean respetadas sin excepción ninguna y sean aplicadas, y
los que obren contra dichas leyes queremos que sean debidamente
castigados. [Uno de los pasajes de la Taxa decía: "El
que por simonía quisiera adquirir uno o muchos beneficios,
se dirigirá a los tesoreros del Papa, que le venderán
ese derecho a un precio moderado"]
Baste este
ejemplo para ver el tenor de los edictos que firmó León
X. Se puede ver aquí la Supernae dispositionis 16, y aquí
los incisos 34-36, fotografías tomadas por EIE. Nos consta
que todos los decretos son a este tenor. Cabe preguntarse: ¿Podría
un mismo Papa escribir estos documentos de reforma y algunos años
más tarde otros del tipo de la Taxa?
Encontramos,
curiosamente, un documento de León X (Inhaerendo vestigiis
¡de 1517!) dedicado todo él a delatar y detener a los
que falsificaban documentos y los hacían aparecer como provenientes
del Papa o de otros oficiales de la curia. Es decir, consta clara
e inequívocamente que durante el pontificado de León
X (y ya antes, como dice el documento) circulaban documentos falsos...
(puede verse aquí el documento papal).
Agregamos a
continuación algunas palabras sobre León X que escribiera
nada menos que Martín Lutero, en una carta dirigida al Papa
en 1520, tres años después de la supuesta Taxa:
"Tu fama
y la fama de tu vida recta se conocen en todo el mundo. [... Luego
de describir sin ambivalencias una corte papal corrupta con la pluma
que lo caracteriza, Martín Lutero dice a León X:]
Pero tu, Santo Padre, eres como una oveja en medio de lobos, como
Daniel en medio a los leones y Ezequiel entre los escorpiones. ¿Cómo
harás para oponerte a estos monstruos tu sólo? Concedamos
que atraes a ti tres o cuatro cardenales sabios y santos, ¿qué
podrán hacer estos en medio a los otros? [Continúa
la crítica a la curia, y luego dice:] De esto me he dolido
siempre, óptimo León, que has sido hecho Pontífice
en estos tiempos, siendo digno de tiempos mejores"
(Tomado de M.
Luther, Werke Volumen VII, Weimar (1897) pp. 3-11 con el texto en
alemán, y pp. 42-49 con el texto en latín; la carta
está firmada el 6 de septiembre de 1520 en Wittenberg, Alemania;
traducción nuestra del texto latino)
¿Conocía
Lutero la Taxa Camarae? El Sr. Rodríguez dice que "este
documento -la Taxa- y otros similares forzaron la comprensible ruptura
de Lutero" ¿Cómo puede Lutero escribir a León
X del modo como le escribió si León X era el responsable
del documento monstruoso que nos presenta Pepe Rodríguez?
Alguno podría pensar que las palabras en favor de la rectitud
de León X son irónicas. Sin embargo la lectura de
la carta en su totalidad excluye esa posibilidad (Lutero no ahorra
epítetos contra todo el mundo curial, y le dedica su buena
parte también a León X por "no hacer lo que debe"
para impedir los escándalos). Tampoco se podría tratar
de mera adulación, cosa que el mismo Lutero, en la misma
carta, declara una actitud "abominable".
¿Es
posible que el documento no esté en estas colecciones de
bulas, pero que exista igualmente en alguna otra parte? Ciertamente
es posible. Pero ... ¿dónde? ¿Dónde
podemos encontrar al menos una mínima y aunque sea indirecta
referencia al mismo? En la literatura que hemos consultado, los
autores han hecho sus trabajos en base a todos los documentos papales
de numerosos archivos, y ninguno de estos autores sabe nada de tal
documento.
Además
del trabajo de investigación sobre las fuentes que hemos
mencionado más arriba, podemos aportar aquí el testimonio
de tres personas cualificadas (guardamos el anonimato): el decano
de Historia de la Iglesia de una universidad pontificia de Roma;
el decano de la facultad de Derecho Canónico de otra universidad
de prestigio, que es también titular de la cátedra
de Historia de las Fuentes del Derecho Canónico; y el responsable
de la sección histórica de la Biblioteca Vaticana;
los tres desconocen una bula o disposición semejante.
Es curioso constatar
también que ninguna de las obras históricas citadas
más arriba siquiera menciona la existencia de una tal bula
o documento, como podría ser si se tratase de un documento
controvertido, y se dijese por ejemplo: "La Taxa es tenida
por algunos como auténtica, por otros como espuria..."
etc. El motivo de esta ausencia es claro: la Taxa carece de toda
autenticidad, ninguno de los historiadores encontraron nada parecido
a la Taxa. ¿Podría darnos alguien otra explicación
sobre este silencio? ¿Será que todos los historiadores
citados, enciclopedias, diccionarios, documentos... se han puesto
de acuerdo para hacer silencio sobre la Taxa Camarae? ¿O
será más bien que es una invención, una leyenda
negra?
No hemos dejado
fuera del elenco ninguna obra que revisamos, por traer esta algún
dato que vaya contra nuestra postura: en otras palabras, todas las
obras que hasta el día de la fecha hemos visto desconocen
la Taxa, ninguna la reporta ni reporta documento parecido.
Cabe preguntarse:
¿porqué poner en boca de León X un decreto
falso y aberrante? ¿Cuáles eran las intenciones del
verdadero autor? La única respuesta cuerda que nos parece
tener algún sentido es esta: León X fue el Papa que
condenó las proposiciones de Martín Lutero (Exurge
Domine). Para quienes odian a la Iglesia, la Taxa sugeriría
claramente la siguiente conclusión: "Vean ustedes, los
católicos, cuál fue el Papa que condenó a Lutero:
un perfecto delincuente".
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