Investigación sobre cambios de actitud ante la muerte en lectores del libro Morir es nada de Pepe Rodríguez
Objetivo de la investigación: Averiguar si la lectura del libro Morir es nada incide de alguna manera, y en qué grado, en las actitudes que los encuestados manifiestan frente al hecho de la muerte. Metodología: Partiendo del total de personas que habían materializado
alguna consulta o contacto con el autor del libro en estudio, a través
de su sitio web, que conformaban una base de datos de 8.072 direcciones
de e-mail en fecha 30/11/01, se procedió a un muestreo aleatorio estratificado
a fin de seleccionar el estrato correspondiente a la población residente
en España, que resultó ser de 3.855 personas, de entre las cuales, mediante
muestreo aleatorio sistemático, se eligió una muestra de 100 sujetos.
Evaluación: Se lleva a cabo mediante un diseño cuasi experimental pre-post a partir de la administración de un autoinforme diseñado ad hoc. El análisis estadístico de los datos se ha realizado con el programa SPSS 8.0; se ha empleado el coeficiente de correlación rho de Spearman (p) para medir las correlaciones entre las variaciones de los rangos comparados en el estudio, considerando estadísticamente significativo todo valor de "p" igual o inferior a 0,05 (p = ó < 0,05). En la investigación se ha usado como variable principal el valor "mucho o muchísimo". Muestra: Por sexos, un 56 % del total de la muestra estaba conformado por mujeres y un 44 % por varones. Por bloques de edad, un 24 % eran menores de 25 años, un 67 % tenían entre 26 y 50 años, y un 9 % eran mayores de 51 años. Conclusiones: Tal como puede observarse en la tabla adjunta, que resume los resultados globales obtenidos sobre cada una de las preguntas en la primera y segunda pasada del cuestionario, la lectura del libro Morir es nada ha provocado un muy elevado y positivo cambio en las actitudes de los encuestados frente al hecho de morir tras su lectura. Veamos algunos datos: · Interés por la lectura de libros o artículos acerca de la muerte: Según las respuestas a la pregunta 2, antes de leer Morir es nada un 63 % expresó ningún o poco interés por este tema, pero tras la lectura del libro, un 63 % cambió su actitud en sentido contrario, mostrando mucho o muchísimo interés por este tipo de lecturas. (Ir a tabla de datos) · Sentido de la muerte dentro del ciclo vital: Según las respuestas a la pregunta 3, antes de leer Morir es nada un 73 % manifestó que la muerte tenía nada o poco sentido claro dentro del ciclo vital y un 23 % opinó que tenía bastante, mientras que tras la lectura del libro, un 41 % cambió su actitud en sentido totalmente contrario, afirmando que tenía mucho o muchísimo sentido, aumentando también hasta un 50 % el porcentaje de quienes le adjudican bastante sentido. (Ir a tabla de datos) · Ansiedad ante la muerte: Según las respuestas a la pregunta 4, antes de leer Morir es nada un 78 % manifestó que la muerte le causaba mucha o muchísima ansiedad, mientras que tras la lectura del libro, un 64 % afirmó que la ansiedad ante la muerte era nada o poco y un 33 % la redujo de intensidad hasta situarla en bastante. (Ir a tabla de datos) · Saber qué hacer ante un diagnóstico de enfermedad terminal en uno mismo: Según las respuestas a la pregunta 5, antes de leer Morir es nada un 77 % manifestó ante este supuesto sabía nada o poco qué hacer, mientras que tras la lectura del libro, un 71 % afirmó saber mucho o muchísimo qué hacer y un 29 % bastante. (Ir a tabla de datos) · Conocer las necesidades de una persona con un diagnóstico de enfermedad terminal: Según las respuestas a la pregunta 6, antes de leer Morir es nada un 72 % manifestó que ante este supuesto sabía nada o poco acerca de las necesidades de un enfermo terminal y de cómo atenderlas, mientras que tras la lectura del libro, un 97 % afirmó saber mucho o muchísimo sobre ellas y el modo de atenderlas. (Ir a tabla de datos) · Conocer cómo debe acompañarse a una persona que está muriendo: Según las respuestas a la pregunta 7, antes de leer Morir es nada un 67 % manifestó que ante este supuesto sabía nada o poco acerca de qué hacer, mientras que tras la lectura del libro, un 98 % afirmó saber mucho o muchísimo sobre cómo acompañar a una persona en trance de morir. (Ir a tabla de datos) · Saber cómo controlar y encauzar los sentimientos ante la muerte de una persona: Según las respuestas a la pregunta 8, antes de leer Morir es nada un 83 % manifestó que ante esta situación sabía nada o poco acerca de cómo controlar sus sentimientos, mientras que tras la lectura del libro, un 73 % afirmó saber mucho o muchísimo y un 27 % bastante. (Ir a tabla de datos) · Conocer cómo debe ayudarse a una persona que está realizando el duelo: Según las respuestas a la pregunta 9, antes de leer Morir es nada un 62 % manifestó que ante esta situación sabía nada o poco acerca de qué hacer para ayudar a que la persona en duelo sufra lo menos posible, mientras que tras la lectura del libro, un 67 % afirmó saber mucho o muchísimo sobre cómo ayudarla a superar el duelo. (Ir a tabla de datos) · Saber cómo evitar las dificultades que pueden surgir al contratar servicios funerarios: Según las respuestas a la pregunta 10, antes de leer Morir es nada un 69 % manifestó que ante esta situación sabía nada o poco acerca de qué hacer para evitar las posibles dificultades en la contratación de servicios funerarios, mientras que tras la lectura del libro, un 68 % afirmó justo lo contrario, eso es saber mucho o muchísimo acerca de cómo evitarlas. (Ir a tabla de datos) · Saber cómo hablar de la muerte de una persona a un niño: Según las respuestas a la pregunta 11, antes de leer Morir es nada un 91 % manifestó que ante esta eventualidad sabía nada o poco acerca de cómo hablar de la muerte de una persona cercana a un niño/a, mientras que tras la lectura del libro, un 34 % afirmó saber mucho o muchísimo acerca de cómo hacerlo y un 66 % manifestó saber bastante cómo hacerlo. (Ir a tabla de datos) · Conocer qué actitudes pueden cambiarse en la propia vida para afrontar mejor la muerte: Según las respuestas a la pregunta 12, antes de leer Morir es nada un 82 % manifestó que sabía nada o poco acerca de qué actitudes cambiar en su vida para afrontar mejor la muerte, mientras que tras la lectura del libro, un 63 % afirmó saber mucho o muchísimo acerca de qué hacer para mejorar el modo de afrontarla y un 35 % afirmó saber bastante qué hacer para lograrlo. (Ir a tabla de datos) · Creencia en que envejecer será un problema para uno mismo: Según las respuestas a la pregunta 13, antes de leer Morir es nada un 82 % manifestó creer mucho o muchísimo que envejecer sería un problema para ellos, mientras que tras la lectura del libro, un 54 % afirmó que envejecer sería nada o poco un problema para ellos y un 40 % disminuyó su percepción de ir hacia una situación problemática situándose en bastante. (Ir a tabla de datos) · Percepción de cómo se actuó ante la enfermedad y muerte de una persona cercana: Según las respuestas a la pregunta 14, antes de leer Morir es nada un 22 % manifestó estar mucho o muchísimo de acuerdo en que hizo todo lo que podía y debía hacer ante la enfermedad y muerte de una persona cercana y un 47 % se mostró bastante de acuerdo con tal afirmación, sin embargo, tras la lectura del libro, un 83 % afirmó estar nada o poco de acuerdo con tal apreciación, un cambio que indica un gran incremento de la autocrítica acerca de lo que debió hacerse pero no se hizo o se hizo de modo inadecuado o mejorable. (Ir a tabla de datos) En resumen, según lo manifestado por la muestra de lectores del libro Morir es nada que han sido encuestados, tras la lectura del libro se ha producido: * Aumento muy elevado del interés por leer sobre el hecho de morir (de un 63 % de nulo interés se pasó a un 63 % de mucho interés). * Aumento muy elevado de la comprensión del sentido de la muerte dentro de la vida (de tener poco sentido en un 73 % de los casos se pasó a mucho y bastante en un 41 % y 50 % respectivamente de los casos). * Disminución muy elevada de la ansiedad que despierta la idea de la muerte (de un 78 % de mucha ansiedad se pasó a un 64 % de escasa ansiedad y un 33 % la redujo a bastante). * Aumento muy elevado del conocimiento de cómo reaccionar cuando se recibe un diagnóstico de enfermedad terminal (de un 77 % de escaso conocimiento se pasa a un 71 % de mucho conocimiento y a un 29 % de bastante). * Aumento muy elevado del conocimiento de las necesidades que conlleva una enfermedad terminal (de un 72 % de escaso conocimiento se pasa a un 97 % de elevado conocimiento de las necesidades de un enfermo terminal). * Aumento muy elevado del conocimiento de cómo debe acompañarse a un moribundo (de un 67 % de escaso conocimiento se pasó a un 98 % de elevado conocimiento sobre lo que debe hacerse en estos casos). * Aumento muy elevado del conocimiento de estrategias de control de los sentimientos ante la muerte de personas próximas ( de un 83 % de escaso conocimiento se pasó a un 73 % de elevado conocimiento y un 27 % de bastante). * Aumento muy elevado del conocimiento de cómo debe ayudarse a una persona en duelo (de un 62 % de escaso conocimiento se pasó a un 67 % de mucho conocimiento). * Aumento muy elevado del conocimiento de cómo evitar problemas al contratar servicios funerarios (de un 69 % de escaso conocimiento se pasó a un 68 % de elevado conocimiento acerca de cómo evitar esos problemas). * Aumento del conocimiento acerca de cómo hablar de la muerte a los niños (de un 91 % de escaso conocimiento se pasó a un 34 % y 66 % de mucho y bastante conocimiento). * Aumento muy elevado del conocimiento de las actitudes propias a cambiar para afrontar mejor la muerte (de un 82 % de escaso conocimiento se pasó a un 63 % y un 35 % de mucho y bastante conocimiento acerca de qué hacer para lograrlo). * Disminución de la creencia en que la vejez será un problema para uno mismo (de un 82 % de elevada percepción de vivir la vejez como un problema se pasó a un 54 % que pensaba que no sería problema y a un 40 % que lo relativizaban como bastante). * Aumento de la autocrítica acerca del papel jugado ante la enfermedad y muerte de personas próximas (de un 22 % y 47 % que manifestó estar muy y bastante de acuerdo con lo hecho ante la enfermedad y muerte de una persona próxima se pasó a un 83 % que valoró que podría haber actuado de un modo mucho más adecuado).
Ir
a índice de este libro
|
© Pepe Rodríguez. Todos los derechos reservados. Los textos e ilustraciones de este web están protegidos por copyrigth y su reproducción y distribución están prohibidos por la legislación vigente, salvo autorización por escrito de su autor.
|